La dureza con la que una persona percibe su estado depende de su comprensión del objetivo hacia el que avanza.
Entonces no tendrá ningún problema en pasar por cualquier estado siempre que le conduzca a un buen resultado.
Creo que entendemos lo que nos pasa y lo que debería pasar,de hecho la diferencia entre un estado malo y uno bueno sólo está en la calidad de la conexión entre nosotros.
Si la conexión es buena y correcta, entonces todo va sobre ruedas como un arroyo que fluye libremente por tuberías sin atascos. Lo principal es que no haya obstrucciones en ellas y que ninguna bloquee el acceso a las demás, sino que, por el contrario, quiera unirlas y conectarlas.