Transición de la sicología material a la espiritual

En el pasado los cabalistas que deseaban revelar el mundo espiritual tenían que empezar en nuestro mundo y trabajar a través de él, por medio de las diversas ciencias, de enormes esfuerzos y sufrimientos, lo que significa que tuvieron que tirarse ellos mismos, directamente desde su materialidad hacia la revelación del mundo espiritual, y revelar el sistema correcto de conexiones entre las personas.

Pero entonces las composiciones del Arí se dieron a conocer, en las que explica acerca de las conexiones internas que nos unen a través de varios sistemas especiales de relaciones: ZON, YESHSUT, Aba ve Ima, Arij Anpin; y demás. Por medio de ellas nos explica cuales son las formas en las que podemos estar conectados, cómo esas diferentes conexiones influyen en nosotros, y cómo podemos influir nosotros sobre ellas y despertar estas formas de conexión. Lo que ocurre allí es lo mismo que en nuestro mundo, pero en el atributo de otorgamiento.

Al igual que en nuestro mundo somos capaces de activar ciertos tipos de conexiones de modo que ellas puedan comenzar a influirnos, la mismas red de relaciones también nos conecta en el mundo espiritual, excepto que es más interna. Así, pasamos de la psicología materialista a la espiritual, y luego revelamos las verdaderas conexiones entre las almas, entre la gente que vive ahora y la gente que vivió en un tiempo anterior. No importa si una persona existe ahora mismo en este mundo o no. Lo importante es sintonizarse con esta red. Entonces es como si el mundo se evaporara, perdiendo su importancia, debido a que se trata solamente de una impresión externa a través de la cual tenemos que entrar hacia la interioridad.

El Arí describe todo esto, y el Baal Shem Tov enseñó cómo trabajar con todas las leales almas (Mesirut Nefesh), diciendo: «El Creador es tu sombra”. Y ahora, después de todo esto, mediante el trabajo en el grupo (que fue restaurado de nuevo por Baal Shem Tov, después de Rashbi), podemos atraer la Luz que Reforma de esta red. Nosotros, simplemente, no la alcanzamos con nuestros deseos y fuerzas, sino atrayendo hacia  nosotros mismos una iluminación llamada la Luz que Reforma, la Luz de la Torá, la Luz Circundante desde arriba, desde esta red.

Después de todo, si estudiamos la estructura de este sistema y aspiramos alcanzarla todos juntos, deseando organizar la mismas formas de conexión entre nosotros, sin importar si lo entendemos o no, nuestro esfuerzo despertará la influencia de esta fuerza sobre nosotros.

Es igual que en nuestro mundo: Si queremos comprender un sistema, entonces nos convertimos en parte de él, estudiándolo en diversas formas, y poco a poco empezamos a sentirlo. De repente, una imagen de este sistema se reúne dentro de nosotros y entendemos lo que es y cómo es posible conectarse y trabajar con él. Lo mismo ocurre en el mundo espiritual: Sólo la intención de la persona cambia. Cuando se convierte en parte del sistema superior, lo hace por el bien de otorgarse a sí mismo a este sistema. Cuanto más se convierta en parte de él, más avanza en su revelación.

Esto requiere un gran trabajo con el maestro, con los amigos, con el mundo entero, y con los estudios. Todo esto conectado.

(56245 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/2/11, Escritos de Baal HaSulam)

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