Un alma especial para una misión muy simple

Pregunta: Cuando usted dice que la persona que alcanza la espiritualidad arde desde adentro y realmente comienza a sentirlo, ¿Toma analogías de lo que usted mismo percibió?  

Respuesta: ¡Por supuesto que a partir de mí mismo! Todo lo que existe en el mundo la persona lo vive a través de sí misma. Mira cómo todo el mundo vive su vida: corta o larga, más o menos próspera, sufriendo, con problemas, un poco de esto, un poco de aquello. 

Pregunta: ¡Usted está hablando de cosas que arden! ¿En verdad hay que pasar por esto para sentir eso? 

Respuesta: Al pasar por ello, observé que si me desviaba de la línea izquierda o de la derecha, me convertía ya fuera en “tortilla” o en algo perfecto —una suave almohada que gentilmente detendría mi tren. 

Pregunta: Entonces, cuando usted pasó por estos estados, ¿sintió claramente cada uno de ellos? 

Respuesta: Sí, porque una persona usualmente camina en la línea media. Sigue chocando con una barrera que lo frena, pero es como cuando algo te engancha y tienes que parar. Estos agarres te frenan poco a poco.  

Pregunta: ¿Y todos tendremos que pasar por estos estados?

Respuesta: Por supuesto, es un deber: las líneas derecha e izquierda, bajo las cuales se construye la línea media. Depende en qué forma, es decir, a qué grado. De acuerdo con mi alma, tuve que estudiar mucho y difundir mucho. Hay almas entre las almas, no elevadas, pero sí especiales. Se les requiere para ser maestros o líderes y así sucesivamente. 

Una vez visitamos a un estudiante antiguo de Rabash y, mientras me veía, él dijo: “Te observo y veo cuántos años has estado haciendo esto. Recuerdo alguna vez que tuviste una pelea con todos, incluyendo Rabash, y te negaste a ir a la costa con él. Entonces, yo fui con él. Y ahí, le pregunté: “Rav, ¿por qué no expulsas a este Laitman? ¡Mira lo que se permite a sí mismo!” 

Rabash respondió: “Lo echaría, pero tiene un alma especial”. No lo entendí entonces, pero ahora veo que no renunciaste, continuaste y seguiste impactando en un punto todo el tiempo”  

¿Por qué estoy platicando esto? No para destacarme. No hay nada especial en ello, porque el Creador designa y mueve.  Solo todos simplemente tenemos una misión y se debe cumplir. La siento presionándome y me aplico en ello. ¿Es posible escapar? Está prohibido. Sin importar si estás o no de acuerdo con esto, es tu problema. 

Intento estar de acuerdo, justificar el plan del Creador, en relación a mi mismo, al menos. Por lo tanto, no tengo duda sobre cómo vivo. Siento que se debe hacer. 

Y lo interesante de la Cabalá, es que cuanto más estudias, más te das cuenta que esta imagen que ves realmente no existe. ¡Nada queda de la persona! Es en nuestro mundo, en su historia, que recordamos grandes o famosas personas, positivas o negativas. ¡Pero no queda nada en absoluto! El mismo punto integral permanece en el gran sistema, que juega su papel porque el Creador lo hizo así. Así es. 

Entonces, tengo una misión muy simple. Intento hacer el máximo de lo que siento desde mi ciencia. Cuando funciona, trabaja, cuando no, no lo hace. 

 

Conoce más de  No abandones tu misión

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *