Un gran egoísmo que lleva al otorgamiento

Pregunta: ¿Cómo puede uno alcanzar un estado donde él o ella pida ayuda al Creador?

Respuesta: Por el momento somos empujados sólo por el sufrimiento y la decepción. Si estamos situados en nuestro egoísmo, ¿cómo podemos romper con esto y avanzar? Esto es posible sólo si vemos su completa indignidad. No encuentro ninguna esperanza egoísta en esto para el futuro, sólo el vacío. Por lo tanto, me decepciono con mi ego, trato de recurrir a otras fuentes, y no encuentro nada.

No importa cuánto lo intente, soy incapaz de unirme con otros con el propósito de alcanzar una vida material cómoda. Y entonces empiezo a pensar que, posiblemente, la unificación en sí contiene alguna esperanza para el futuro y para la vida espiritual que será mejor y más plena que la vida material. Después de todo, el otorgamiento es bueno, este llena a la persona y anula todas las limitaciones. Esto se llama «Lo Lishmá», aspiración egoísta por la espiritualidad a partir de la cual todos comienzan.

Esta es una etapa necesaria en el camino en la que deseo alcanzar al Creador y la unificación en el grupo, puesto que allí espero encontrar mi buen futuro. Todo esto es un egoísmo aún mayor, pero ya está enfocado en la dirección correcta, y me obliga a continuar mi camino. Aquí todo se desenvuelve gradualmente de acuerdo con una cadena de causa y efecto, y es imposible saltarse alguna etapa.

(40237 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/10/2011, Escritos de Rabásh)

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