Un salto hacia la espiritualidad

Pregunta: Durante el periodo del Segundo Templo los cabalistas se sentaban por dos horas preparándose para leer la plegaria, «Escucha, Oh Israel». ¿Por qué a nosotros, que somos tan pequeños comparados a ellos, se nos presenta una realidad mucho más compleja en la cual venimos totalmente desorientados y confundidos a la lección, y luchamos por unos minutos para enfocarnos de alguna manera antes de leer El Libro del Zohar?

Respuesta: En esos tiempos los cabalistas tenían que entrar en los estados espirituales de los que habla El Zohar. Tenían que ascender los niveles desde una carencia total de sensación porque cada nivel comienza desde cero. Les toma tiempo a las personas unirse en una intención, alcanzar la unidad en un nivel apropiado, y entrar en este estado a través de la sensación común.

Esto puede ser comparado con los paracaidistas que se preparan para un salto colectivo: empacan sus paracaídas, se suben al avión, vuelan más allá de las nubes, saltan desde ahí, y mientras están en caída libre, sin abrir aun el paracaídas, se conectan uno con otro, creando diferentes formas en el aire.

Esta es una preparación enorme para una nueva unificación en altos niveles espirituales. Es por eso que toma tanto tiempo, de acuerdo a la altura del nivel. El nivel los obliga a esto.

Por otra parte, si estás jugando por aquí abajo, solo, sin sentir a los otros, entonces es suficiente que sujetes algún pensamiento «por la cola», y eso es todo. Esperemos que podamos llegar a necesitar la misma preparación que los cabalistas del pasado.

(32704 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/13/11, El Zohar)

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