Regresando creces más

Mientras leemos en los trabajos de los cabalistas, las personas que han revelado el mundo superior, la realidad superior, no entendemos ni sentimos de lo que están hablando, sino que simplemente seguimos sus palabras. Ellos nos dicen que existe una fuerza superior que es inalcanzable por sí misma. Por nuestra parte, la alcanzamos como el Creador, el Bueno que hace el Bien. Viniendo de esta cualidad, el Creador hizo la creación y los deseos para que esta se desarrolle y perciba Su bondad.

La bondad se encuentra en llegar a ser igual al Creador. No hay nada mejor ni más elevado que esto. Por consiguiente, “hacer el bien” significa traer la creación al grado del Creador. Para hacerlo tenemos que adquirir dos parámetros, que son inherentes en Él: la perfección y la independencia. En principio, la independencia es una parte de la perfección, pero para nosotros tiene un significado especial y es de vital importancia. Debemos ser independientes como el Creador. Así como Él existió por si mismo antes de la creación, de igual manera debemos alcanzar el mismo grado de independencia a pesar de ser sus criaturas.

Además, debemos ser capaces de alcanzar por nosotros mismos el grado del Bueno que Hace el Bien y también adquirir esta cualidad. Con el fin de darnos esta oportunidad, el Creador hizo un estado perfecto donde somos idénticos a Él, similares, unidos y unificados de todas las maneras, en cualidades, en percepción, en independencia, y en cualquier otro aspecto.

Desde este estado inicial y final, Él hizo que descendiéramos en varios detalles de perfección hasta que llegamos a la total oposición. Entonces, desde su estado opuesto, Él nos dio la oportunidad de regresar a la perfección con una valiosa posesión. Todo lo que necesitamos es regresar a casa.

(32701 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/13/11, Escritos de Rabash)

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