Una crisis de la percepción egoísta

Dr. Michael LaitmanEl mundo entró en una crisis mucho antes del 2008, cuando ésta se hizo evidente para todos. Sin embargo, antes de eso, nadie quería hablar de ello. No se trata sólo de que cayó el mercado de valores o que quebró algún banco, más bien la crisis global abarcaba al mundo entero. El mundo comenzó a ver que está totalmente unido en un solo sistema, pero este sistema no es bueno.

Nosotros queremos trabajar juntos. Europa está unida por la desesperación, porque somos completamente interdependientes. Sin embargo, las leyes que nos conectan son leyes egoístas, y así, en vez de utilizarnos correctamente entre nosotros, nos dañan y arruinan mutuamente.

Esto no fue así antes. El comercio internacional, las relaciones internacionales, las universidades, las fábricas, las empresas y las naciones desarrolladas. Todo funcionaba bien, según el principio de intercambio mutuamente benéfico, «tú – yo, yo – tú», y fue posible desarrollarlo.

Pero el problema es que existen dependencias específicas en el mundo que se han convertido en un sistema cerrado, en una red integral. Estas ya no son las viejas relaciones económicas, políticas y culturales entre algunas naciones, sino que se necesitan nuevas relaciones únicas entre nosotros.

Sin embargo, nosotros no entendemos estas relaciones únicas porque somos egoístas por naturaleza. Aunque todos sabemos que estamos unidos unos con otros de manera integral en todo el mundo, seguimos trabajando con los demás de acuerdo a un estándar capitalista egoísta regular al que nos hemos habituado, de tal forma que estos lazos no funcionan.

Esta es la crisis. La contradicción entre las nuevas relaciones que debemos establecer entre nosotros en el mundo, conectados de nuevas maneras, y nuestra incapacidad de alcanzar esto se debe a la falta de conocimiento.

Las personas piensan que pueden seguir existiendo como antes. Pero, el mundo, la sociedad humana, toda la naturaleza inanimada, vegetativa, y animada, incluyendo a la humanidad, ya se han convertido en un sistema en el cual debemos transformar nuestra actitud. Esto se requiere específicamente de nosotros los seres humanos, no de la naturaleza inanimada, vegetativa y animada de la naturaleza.

Por lo tanto, si estamos pensando en profundizar en la razón de la crisis, quedará claro que la razón es nuestra percepción. Todo eso es lo que pasa, que no nos damos cuenta en qué clase de red de conexiones mutuas nos encontramos de repente y cómo todos nosotros juntos debemos comportarnos de acuerdo a las condiciones de esta red.

Aquí, la Cabalá viene al rescate. En ella se explica que el mundo de hoy debe actuar de la misma manera en que nos comportamos en un grupo de amigos, cada uno ayudando a su amigo, integrándose con los deseos de los demás y viendo todo como un hombre con un corazón. Esas leyes deben prevalecer gradualmente en el mundo.

Ya sea que el mundo lo quiera o no, éste ya está empezando a comportarse de acuerdo a estas conexiones, y si no salimos hacia la humanidad, le enseñamos y le explicamos lo que sucede hoy en día, entonces no estamos aplicando la sabiduría de la Cabalá. No estamos llevando a cabo nuestra misión para la cual hemos recibido este conocimiento.
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De la 1° parte de la Lección diaria de Cabalá del 6/16/14, «Preparación para la Convención en América

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