Una época de ideales pequeños

Dr. Michael LaitmanPregunta: Los científicos entendieron desde hace tiempo que es posible seguir avanzando sólo si cambiamos nuestra actitud hacia la realidad, ¿por qué no descubren ellos que los cambios deben hacerse en el investigador mismo, en el hombre? ¿Qué les impide seguir esta dirección?

Respuesta: Es cierto que esta toma de conciencia nace en la época de Spinoza y Kant, pero debido a que ellos carecían de instrumentos prácticos, este enfoque siguió siendo teórico. Los científicos son reacios a entrar en este campo, puesto que pertenece a la filosofía.

La psicología también se ocupa de los cambios en el hombre, pero no es una ciencia, dado que ella no controla los procesos. Nosotros no podemos cambiar algo en el cuerpo, por ejemplo, alterar el equilibrio de la acidez, añadir un poco más de electricidad, y con ello, cambiar la percepción de la realidad que tiene la persona, registrar los resultados y repetir esto varias veces con el fin de determinar una cierta ley basada en nuestras estadísticas. Nosotros no tenemos los «botones» estándar; no sabemos exactamente lo que descubre cada persona.

Entonces, ¿qué podemos hacer? No podemos llevar a cabo experimentos similares puesto que esta área está más allá de la naturaleza humana y sigue siendo inalcanzable. Con el fin de estudiarnos a nosotros mismos, tenemos que elevarnos a un nivel superior. Por esta razón, la ciencia trabaja con hechos concretos, y en la dirección principal, ésta se encuentra en un callejón sin salida.

No hay nada que los científicos puedan hacer al respecto, pero al menos ellos ya no se dejan llevar por las fantasías. Es cierto que ellos hablan de áreas «límite», y trabajan con ideas abstractas que a veces se convierten en la ciencia popular, y eso es natural. Después de todo, ya no existen nuevos retos científicos, así que ¿por qué no «sazonarla» con la filosofía o con fantasía para el público en general?

Yo no culpo a los científicos en absoluto. Ellos están buscando retos y están llenando los nichos vacíos, pero todo esto se debe a la desesperación interior. En el aspecto conceptual la ciencia ha terminado. La persona que quiera conocer mejor la realidad, ve que sus manos y pies están atados. Un verdadero científico tiene el impulso por descubrir cosas, pero cuando profundiza en los secretos de la materia, él ve una frontera que no puede trascender, y esta frontera está dentro de él. Más allá de la frontera interior, la mente y las sensaciones e incluso su imaginación ya no funcionan. Él descubre que está en una «matriz», en un «patrón» que excede los límites de sus capacidades.

Yo entiendo esta tragedia, la frustración interna que arroja a los científicos hacia diferentes direcciones, ya sea ciencia práctica, tecnología o teorías filosóficas opuestas, y populismo. No hay nada que hacer…

Hace unos pocos días, por ejemplo, hubo un artículo en el periódico que hablaba de que piensan parar el proyecto del acelerador de partículas, durante el próximo año o tal vez dos años, después de los grandes esfuerzos y recursos invertidos en él y se nos dice que es debido a que el sistema está siendo mejorando, pero en realidad se trata de una tendencia general al declive. Todo se detiene, incluso el programa espacial con el que soñó la humanidad. Si los vuelos espaciales no son rentables hoy en día, entonces no son financiados. El romanticismo murió. Éste fue afectado antes, pero la gente aún esperaba algo más grande hasta que el ego cubrió completamente todo el deseo. En el pasado hubo todo tipo de «ideas brillantes», pero ahora está en control la cuarta fase (Bejina Dalet), la destrucción de los restos de la conciencia humana y de las buenas intenciones.

El dinero lo determina todo. Los ricos también controlan la política y todos los demás aspectos de nuestra vida. Anteriormente no todo era cuestión de dinero, pero hoy en día es todo lo contrario, no hay ninguna otra cuenta. No hay orgullo, no hay respeto, no hay delitos, todos ellos pertenecen al pasado. Hoy en día ustedes sólo pueden lastimar los bolsillos de la gente, puesto que es de esto que se enorgullecen los ricos…

Desafortunadamente, fuera de la sabiduría de la Cabalá, las personas siguen buscando un método para cambiar la forma externa y no al hombre mismo. Ellas quisieran alcanzar la esencia, pero simplemente no tienen un punto interno para ver dónde está la esencia y cómo trabajar con ella. Ellas tratan de conectarse, de amarse unas a otras, de trabajar por el bien de la sociedad, pero son sólo declaraciones y no verdaderos cambios internos. Esto se debe a que un cambio real es posible sólo con la ayuda de la Luz que Reforma pues de lo contrario todo es idealismo imaginario limitado. Ellas piensan que es suficiente con llamarlos a todos a conectarse de manera general, y entonces ya están corregidos, que es suficiente con hablarles de «amar a los demás como a sí mismos», y entonces ya son especiales… ésta es la naturaleza humana y así no hay futuro en estas conexiones.

Hasta el día de hoy, hay dos áreas que están muy cerca de la Cabalá, la educación y la psicología. Bien puede ser que las personas que estudian la crisis global en serio concuerden con nosotros, pero de nuevo, es sólo hasta cierto punto, por encima del cual aún permanecemos por nosotros mismos…

(97421 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1 de Enero del 2013, «Cuerpo y alma»)

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