Primero, el mundo fue creado con la cualidad del juicio; vio que el mundo no podía existir y lo asoció con la cualidad de la misericordia (Baal HaSulam, Introducción al Libro del Zóhar, “Dos puntos”).
Nuestro mundo existe en una combinación de los atributos del juicio y la misericordia, dentro de varias limitaciones. No podemos disfrutar de las cosas; estamos constantemente perseguidos por diversos sufrimientos, todo esto es el atributo del juicio.
En términos cabalísticos, el atributo del juicio es el deseo de recibir. El mundo no podría existir si cada uno quisiera recibir para sí mismo. Debe haber algún atributo de otorgamiento y solo entonces puede ocurrir la interacción.
Incluso si las personas se dan unas a otras con la intención de beneficiarse, existe alguna conexión entre ellas, vemos en la historia que la humanidad se desarrolló a través de la colaboración, que es el atributo fundamental que nos transformó de animales a humanos. Esta es la manifestación de la misericordia en nuestro mundo.