Pregunta: Usted dio un ejemplo de que en una sociedad integral, si yo me sirvo una taza de té para mí, primero tengo que asegurarme de que todos los demás tengan té. ¿Cómo debo entender esto?
Respuesta: Yo di el ejemplo de que la mitad del mundo está muriendo de hambre, mientras que la otra mitad tira dos tercios de lo que están consumiendo. ¿Por qué vivimos en un mundo así? ¿No es de allí de donde viene el terror, todos los demás problemas y las guerras, el derroche sin sentido de energía, la contaminación de la naturaleza?
Pregunta: Pero ahora, si yo quiero beber un vaso con agua, ¿cómo debo actuar correctamente de acuerdo con su ejemplo?
Respuesta: Estudiemos cómo preocuparnos uno del otro dentro de nuestro grupo. Después, pasaremos del grupo a las naciones, y comenzaremos a construir los sistemas de relaciones entre ellos, lo cual nos permite avanzar hacia una vida más equilibrada.
Obviamente, si estás sirviéndote para ti mismo un vaso de agua, entonces les preguntarás a los que te rodean si ellos también quieren tomar. Tú no ofrecerás el agua en la calle. Obtendrán el agua debido al hecho de que construiremos sistemas especiales para ello.
¡Pero yo quiero estar ahí! Después de que ocurran algunos pequeños cambios dentro de mí, yo alcanzo algún entendimiento por medio del curso, y después de los estudios prácticos, estoy de acuerdo en que la sociedad debe ser más equilibrada y alcanzar un nivel de vida más o menos similar.
En una primera fase, arreglemos lo necesario para que todos tengan un conjunto de cosas: X, Y, Z. Establezcamos un objetivo para que en cinco años podamos proveerles a todos un techo sobre sus cabezas, una provisión completa de ropa, alimentos, y todo lo que necesario para el hogar.
Nosotros proveemos todo esto sobre la base de los excedentes, porque si tú haces el cálculo, verás que tenemos un 90% por encima de lo que necesitamos. Si yo te quiero, entonces puedes venir y tomar la mitad de la ropa de mi armario. Créeme, no me sentiré triste por ello. O bien, yo podría apartar el 10% de mi salario para el bien de alguien más y tampoco sentir pena.
Estos sistemas deben construirse en el gobierno y a escala mundial, pero no por la fuerza, no por obligación, sino por medio de la educación preliminar. Los bolcheviques una vez trataron de imponer esto por la fuerza, y todos saben qué salió de eso. Es por eso que la gente primero tiene que ser educada con el fin de obtener su apoyo para lo que estamos haciendo.
Cada vez tenemos que demostrar los resultados positivos que estamos alcanzando: en los que están los ricos están sacrificándose por los demás, donde los pobres están recibiendo, cuan equilibrado está todo, y cuan felices están todos. Gracias a la asistencia mutua, seremos capaces de deshacernos de los excedentes que nadie necesita. Dejaremos de producir miles de innecesarias medicinas, que ahora están siendo producidas por alguien para su propio beneficio, y con las que la humanidad está siendo envenenada.
¿Por qué debemos tirar esas enormes sumas de dinero en armas, en asuntos militares, y mucho más? Hay muchas cosas que tendremos que corregir ahora que hemos alcanzado esta nueva era. Nosotros no seremos capaces de continuar por este camino. La crisis nos llevará a un estado tal que tendremos que apretarnos el cinturón. No tendremos los medios para apoyar los sistemas de exceso, egoístas que hemos construido. Es por eso que ellos están siendo golpeados por la crisis y están empezando a romperse.
Tenemos que demostrar esto juntos: qué daño se nos hace como resultado de la falta de cuidado por los demás y qué tesoro se revela ante nosotros gracias a nuestras buenas relaciones, una mina de oro de buenas relaciones.
Sin embargo, en primer lugar, la educación integral es necesaria. Todo el punto no es para redistribuir el excedente y compensar las carencias. El punto es que hay una tendencia interna que existe y que nos ha llevado a la necesidad de unirnos. La red, que nos conecta a todos, está siendo revelada, esta nos obliga a tener relaciones amables.
Por esta razón, la crisis global común está ocurriendo en todos los niveles de nuestras actividades en todo lo que nos conecta a los unos con los otros. La crisis es la falta de las conexiones correctas entre las personas. Esta es la explicación para todas las crisis separadas: para la crisis en la familia, en la educación, en la cultura, en todo, y ahora en la economía. Debido a las malas conexiones entre nosotros, estamos sufriendo todos.
Estas crisis, es decir, las conexiones externas entre nosotros, no mejorarán hasta que invirtamos sinceramente en ellas y generemos confianza en los demás. Sólo entonces seremos capaces de desarrollar sistemas que nos lleven al equilibrio.
Vemos que hay una forma global e integral que está revelándose en nuestro mundo exterior, así como en nuestros estados internos. Es decir, que no tenemos a dónde correr. No es en vano que hemos entrado en esta crisis, ya no estamos simplemente desarrollándonos bajo la presión de la naturaleza.
Ahora hemos entrado en una situación que, en tanto que el hombre no piense y descubra su mal, mientras no decida que debe cambiar, y vea esto como una opción entre la vida y la muerte, hasta que eso no ocurra, él no estará de acuerdo con una nueva educación. Tiene que ver que no hay manera de salir y que él necesita educarse a sí mismo de una manera nueva y construir nuevos sistemas.
Entonces comenzará a buscar, ¿qué podrá ayudarlo? En este punto, todos deberán tener algo que decir: los psicólogos quienes aconsejan a través de un grupo de trabajo, los sociólogos, politólogos, pedagogos, educadores y entrenadores deportivos. Tenemos que construir estos sistemas de manera que la persona empiece a entender la necesidad de un cambio basado en los conocimientos adquiridos y él o ella sepa cómo llevar a cabo los cambios en la práctica. Para este propósito es necesario proporcionarles un lugar para la educación.
(68886 – Del Kab.tv de «Una nueva vida», episodio 6 del 1/3/12)
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