Una nueva vida #309 – Desarrollo de la Tierra y de la humanidad

Una nueva vida #309 – Desarrollo de la tierra y de la humanidad
Dr. Michael Laitman en conversación con Oren Levi y Nitzah Mazoz

Resumen

La naturaleza que existe en equilibrio y armonía requiere que, dentro de nosotros mismos, construyamos un sistema de fuerzas, similar a ella. ¿Cómo podemos verlo y cuándo comenzaremos a crear conexión en nuestras relaciones?

La vida en la tierra evolucionó de la materia, en la cual existe el programa que opera en todas las partes.

La religión dice que el programa se ejecuta desde arriba; la ciencia dice que se encuentra en la materia misma. Sea lo que sea, nada es accidente. El programa existe en la naturaleza y promueve el desarrollo de inanimado, vegetal, animal y hablante. Probablemente la persona que vemos ahora, se desarrollará hacia algo más avanzado. De la tierra que evoluciona, aprendemos que avanzar es una combinación equilibrada de expansión y contracción.

Como parece, nuestra forma futura será una humanidad global. La conexión entre los seres humanos, es una conexión que nos une sobre todo el rechazo y la separación, en un verdadero y único cuerpo.  

También en las relaciones humanas experimentamos el distanciamiento y la cercanía en todos los niveles y en todas las áreas. Es importante que haya balance entre las fuerzas opuestas, es decir, que ambas operen hacia una dirección efectiva. Distanciamiento  – cercanía, atracción – rechazo, recepción – otorgamiento: equilibrio necesario entre las fuerzas.

En la sociedad humana, la fuerza que opera es recepción. Debemos equilibrarla con la fuerza de otorgamiento para construir, entre nosotros, un sistema.

Incluso ahora estoy dispuesto a darles algo, si obtengo algo a cambio, pero eso no es la fuerza de otorgamiento. Eso, realmente es recepción.

El mundo se está convirtiendo en una pequeña aldea, todos somos interdependientes. Debemos traer el equilibrio entre todos nosotros.

La diferencia entre un animal que quiere ser número uno en la manada y una persona que quiere dominar a los demás, es que el deseo humano de controlar es ilimitado, carente de toda restricción y por lo tanto, destructivo para el mundo. Es bueno aspirar a ser el rey del mundo, siempre y cuando, no sea a expensas de los demás, sino en beneficio de todos.

En una condición humana equilibrada, sacamos lo mejor de cada uno y damos todo lo que podemos. Un toque de eternidad, cuando alcances este nivel de comunicación, habremos construido un sistema llamado Adam (Hombre), entre nosotros.

Esta es la conciencia eterna.
De Kabtv “Una nueva vida #309 – Desarrollo de la tierra y de la humanidad”, 2/mar/14
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