Pregunta: ¿Debería cada uno de nosotros conocer su función en el sistema general para cumplirla con precisión?
Respuesta: En este momento tú no lo sabes, pero con el tiempo lo sabrás.
Cuanto más progreses y actúes conscientemente junto con los demás, entenderás hasta qué punto estás conectado, qué es lo que debes hacer precisamente y como actúa sobre ti todo este sistema.
Empezarás a descubrir un mundo transversal de múltiples capas. Además de lo que ves en él ahora, lo descubrirás con mayor profundidad, verás las fuerzas que actúan en él y como utilizarlas. El aire de repente será más denso. Se llenará de múltiples fuerzas, pero tú sabrás como usarlas.
Como un niño pequeño que descubre un mundo nuevo y que de repente ve que existen muchas cosas interesantes. Algunas cosas se pueden abrir, cerrar, darles vueltas y que todo esto está conectado entre sí. Él empieza a sentir a este mundo cada vez más.
Sin embargo, cuando el niño nace no sabe y no siente nada. Incluso no ve y no oye nada. Pasará un tiempo antes de que empiece a oír, ver y distinguir los sabores. Lo mismo nos sucede a nosotros en el mundo espiritual.
Lo que haces ahora se llama “la fuerza mágica” (Segula). Estas activando el sistema sin saber cómo. Es igual a cuando eras un recién nacido y llorabas sin entender nada, pero tu llanto actuaba sobre tu mamá y ella se preocupaba por ti. Igualmente ahora, si es que lo deseas, tu deseo como un “grito”, actuará sobre la Madre Superior, Ima Ilaa, (Bina se llama Ima, la madre), y ella se ocupara de ti.
Y no tienes que saber nada más. Antes gritabas y no sabías que exigir. No le tenías que explicar a tu madre qué botella sacar del frigorífico y a qué temperatura calentarla. ¡Simplemente gritabas! Lo mismo ahora respecto a la espiritualidad. Luego tus gritos empezarán a ser más conscientes, empezarás a exigir algo concreto. Vas a relacionarte con lo Superior y día tras día vas a desarrollar más esta relación.
(Extracto de la lección durante la fiesta Lag ba Omer, correspondiente al 1 de mayo 2010).
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