¡Debes estar listo para mí!

El Creador no puede crearnos completos, equivalentes a Sí mismo. Sino que, a través de nuestros propios esfuerzos tenemos que promover el desarrollo gradual, paso a paso, hasta Su nivel. La anticipación del Creador es constante, es decir que Él siempre espera que apliquemos esfuerzo para ser similares a Él, como aquel del niño que desea ser un adulto.

Toda la creación tiene como objetivo el estado final de existencia; toda la creación es la preparación para ello. Todo por lo que pasamos apunta hacia tenernos listos para la revelación. ¿Qué revelaremos? Encontraremos el lugar donde nosotros y la Luz estamos siempre presentes, pero que ahora está oculto de nosotros por nuestras propiedades no corregidas. Es como si disipáramos la niebla del lugar en donde estamos justo ahora.

Nunca lo hemos dejado, y el Creador nunca se ha ido de ahí tampoco. Simplemente perdimos la habilidad de sentirlo, y Él desapareció de nuestras sensaciones, “se esfumó en el aire.” Y ahora nosotros, por nuestra cuenta, nos estamos preparando para sentirlo mediante explorar constantemente dentro de nosotros la cualidad de otorgamiento, causando así la aparición de su imagen “desde la niebla.” Nuestra salida del Infinito hacia el mundo corporal y nuestro retorno a este es nuestra preparación para el fin de la corrección (Gmar Tikkun) de nuestros órganos sensoriales de manera que podamos sentir al Creador.

Todo depende de la preparación. Tomemos, por ejemplo, una presentación de una orquesta sinfónica. El escucha neófito simplemente no entenderá donde está. Él esperaba ver algo interesante, trajo una bolsa de papas fritas y un lata de Coca cola con él, pero en lugar del espectáculo esperado, obtuvo la “sinfonía en Si mayor.”

Y a su lado está un conocedor de música que capta cada nota con sublime embeleso. Este último una inolvidable gama de sensaciones y el primero es incapaz de quedarse dormido sólo porque está muy irritado. Todo depende de la preparación. El que está preparado disfruta, y el que no está preparado sufre.

Si experimentamos una sensación negativa cuando escuchamos acerca de unirnos en absoluto bien, es sólo porque no estamos lo suficientemente preparados. Por lo tanto, ahora, entes de que comience la Convención, debemos estar preocupados sólo por la preparación. Habiendo reforzado las partes del Kli colectivo, experimentaremos el resultado de nuestro esfuerzo en ello.

Es como si el Creador nos diera una respuesta halagadora, y debemos ser muy serios con esto. Construimos todos los cimientos internos nosotros mismos, y de Su parte, no habrá ningún cambio ya que el Infinito es invariable. Así, ¿Seremos capaces de sentir aquello que ya existe?

En última instancia, necesitamos mantener nuestros corazones bien abiertos, es decir, tener el deseo correcto apuntando al otorgamiento mutuo. Esperemos que en los días que vienen logremos esto.

[26153] De la primera parte de la Lección diaria de Cabalá 7/11/10 Rabash, carta #40

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *