¡Inclúyete en los deseos y pensamientos comunes!

La persona que está muy lejos de nosotros debe, por todos los medios, tratar de seguir las mismas acciones y actividades que tienen lugar en el grupo principal. Es deseable que se encuentre con amigos como él para organizar reuniones y comidas similares a las nuestras y que participen con nosotros en todos nuestros eventos. Nosotros cantamos y tú cantas con nosotros; nosotros bailamos, y tú bailas; nosotros tomamos parte en las clases, charlas y eventos diversos, y tú, si es posible, físicamente participas en las mismas acciones.

Es deseable que te liberes de tus actividades diarias en los tres días de la convención, no hacerte cargo de ningún problema ni ser distraído con nada, sino estar incluido en nuestros pensamientos y deseos comunes. Cuando tú estés en otro lugar, por ejemplo, en Londres, trata de asegurarte de que el entorno cotidiano no te afecte. Debes excluirlo tanto como te sea posible para que estés en una habitación, un apartamento o casa donde no haya extraños y nada más que tus pensamientos y sentimientos.

Es de esta manera que organizarás una especie de mini convención y estarás con nosotros por tus propios esfuerzos y acciones. Esto es idéntico a tu presencia directa en el evento porque al multiplicar todo por la distancia y tus deseos por la unidad, entrarás en nuestro común Kli (vasija) con nosotros y sentirás y recibirás todo lo que nosotros tenemos.

Lo importante no es donde se encuentra la persona. Si ella no puede venir, pero su corazón y su alma están con nosotros, la distancia no importa.

(62442 – De la serie Lecciones virtuales del Domingo del 11/27/2011)

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