De egoístas separados a un todo único

Pregunta: ¿Es necesario que desaparezca la percepción que se tiene de uno mismo como individuo separado?

Respuesta: Estamos todos unidos en un solo equipo. Al principio es un equipo en el que cada uno de nosotros representa un individuo separado, pero todos actuamos en coordinación, como ruedas dentadas que giran y tratan de sincronizar el movimiento común. Entonces, esta conexión se convierte en adhesión: Ciertas partes de cada uno de nosotros se unen con las otras partes de los otros, de tal manera que nosotros no solamente nos desgastamos a medida que nos rozamos entre nosotros y giramos entre nosotros como las partes separadas de un mecanismo, sino que todo este mecanismo se queda completamente vacío total de incoherencias.

La interacción completa entre cada uno de nosotros nos lleva al punto en el que podamos dejar de percibirnos como si existiéramos por separado o de sentir el «nosotros» en nuestro colectivo, y en vez de ello comenzar a percibirnos como un todo único. Esta transición hacia un todo único, es nuestro objetivo, y allí comenzamos a percibir la fuerza superior, al Creador.

El mundo debe tratar de conectar correctamente todas sus partes. La interconexión global, la integración mundial, la crisis, y todos los problemas nos obligan a hacer esto hoy. Es suficiente que las personas sin puntos en el corazón lleguen a una interacción completamente coordinada entre ellos. Esto se conoce como «nosotros».

Y «nosotros» con los puntos en el corazón, debemos unir estos puntos. Otras personas no los tienen. Pero nosotros sí, y tenemos que conectar nuestros puntos en el corazón para que ellos se unan en un todo, no en un «nosotros», sino en una unión, un «uno». Este es nuestro siguiente nivel. En el nivel de unión en un «uno», es decir, donde somos como un hombre con un corazón, empezamos a sentir el mundo superior y la fuerza superior que controla y mantiene la creación entera, incluyendo el universo y a nosotros.

El mundo que consta de egoístas separados tendrá que unirse porque no podrá sobrevivir de otra manera. Esta es la condición de la naturaleza, que es establecida para nuestros deseos egoístas. Y cuando la gente con el punto en el corazón deseen elevarse por encima de sus deseos egoístas, estos puntos se conectan en una vasija espiritual.

Así que, es como si existieran tres grados aquí: Uno egoísta (separado), uno egoísta (conectado, combinado en reciprocidad e integración), y el espiritual, en el que todo está conectado en un todo único.

(62438 – De la serie Lecciones virtuales del Domingo del 11/27/2011)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *