¡No debe haber caídas!

Pregunta: ¿Cómo, después de que la convención se terminó, podemos mantenernos en el estado adquirido allí? Después de todo, ¿viene por lo general una caída?

Respuesta: No podemos permitirlo, de manera similar a cómo una madre que tiene un pequeño bebé en sus manos no puede mostrar que ella está enferma. Hay situaciones en las que la necesidad pone todo lo demás en segundo plano. Y sólo si la madre está en su lecho de muerte hace que otra persona se encargue de un bebé.

En nuestro caso, no tenemos tiempo para el descanso, para frases elevadas, ni caídas. El mundo que nos rodea se está desarrollando muy rápidamente, mientras que nosotros nos quedamos atrás y por lo tanto debemos estar al día con su velocidad. Nos sentiremos más y más cómo todas las cosas malas que suceden en el mundo están relacionadas con nosotros, puesto que estamos retrasados con nuestra corrección.

Es por eso que ni siquiera dejo que los pensamientos acerca de una caída posterior a la convención crucen por mi mente: ¡Esto no puede suceder! Además, hasta el verano nuestro calendario está lleno de eventos importantes: convenciones en Italia, España y Moscú. Todos tenemos que unirnos y prepararnos para ellas. Por eso no tenemos ningún descanso, todo es comprimido en el tiempo. Y esto es bueno porque corresponde a la velocidad de los cambios que están tomando lugar en el mundo.

(40548 – De la charla acerca de la Convención del 3/25/2011)

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