La Cabalá deriva todas sus definiciones de la creación original, el deseo de recibir placer, que permanece contra de la Luz y tiene que hacerse idéntico a él. Por eso debemos evaluar nuestro deseo sólo en relación con la Luz y no con nuestras experiencias actuales.
El hombre ha organizado todo un sistema de criterios del bien y del mal, bueno y malo, agradable y desagradable, el cual emplea. Y ahora tú estás leyendo un texto cabalístico que supone algo totalmente diferente, pero no deseas penetrar en su significado real. ¿Deseas torcerlo de tal manera que sirva a tu ego?
Estamos leyendo los escritos de los cabalistas y creo que podemos entenderlos con nuestra percepción actual, puesto que se adapta a las definiciones actuales de «bien» y «mal», «otorgamiento» y «recepción», «superior» e «inferior», «corrupción» y «corrección». Pero en verdad, no sabemos absolutamente nada de su verdadero significado.
El libro dice «este mundo», y creo que esto significa el mundo en el que vivimos actualmente. Pero espera, ¡primero hay que «vestirse» en el autor y leerlo con sus ojos! Por ejemplo, en el libro Beit Shaar HaKavanot (La puerta de las intenciones), Baal HaSulam escribe: «Y los siete cielos que vemos en este mundo…» ¿Dónde has visto siete cielos aquí?
En otras palabras, tenemos que entender que este discute los significados espirituales contrapuestos a nuestra comprensión actual. Y hasta que nos adentremos en el mundo espiritual, no vamos a entenderlos, sin embargo, debemos esforzarnos para familiarizarnos con ellos de alguna manera.
(30634 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/23/10, «Paz en el Mundo»)
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