¿Qué debo hacer?

Pregunta: Nosotros escuchamos todo el tiempo que debemos unirnos y buscar al Creador, pero no percibimos esto como un trabajo práctico. ¿Qué es exactamente lo que debemos hacer?

Respuesta: Nosotros debemos realizar actos externos si estos son útiles para los procesos internos. El beneficio de esto puede estar en el futuro: durante todo el año yo hago  actos externos para que al final de ellos pueda conseguir un estrato espiritual más interno, o en otras palabras, acercarme al atributo del Creador – al otorgamiento, reconociendo cuán lejos estoy de activar por medio de mis deseos la corrección de la intención de “en beneficio propio” a “otorgamiento”. Es decir, el “fin del acto” debe ser “comenzar con el pensamiento” – o me dicen que debo hacer y yo lo hago “por encima de la razón” o yo actúo de esa forma por mí mismo. De todas maneras, la acción le concierne a la propia persona.

Pero si a la acción que esta persona realiza no se le agrega  intención “por la unión del grupo”, entonces no importa cuán importante sea la intención, no traerá ningún provecho, dado a que el trabajo de uno es precisamente el trabajo sobre la intención.

Esta no se puede evadir, porque la naturaleza del mundo  es el deseo de gozar y tanto el deseo de recibir como el deseo de otorgar van paralelos al pensamiento, a la unión y al contacto mutuo entre ellos. Y fuera del deseo y la intención no hay nada.

El deseo de recibir del inferior entra al deseo de otorgar del Superior, así como el MaN (plegaria por la corrección) y el deseo de otorgar del Superior baja al deseo de recibir del inferior y lo llena como la Luz que reforma. Entonces, entre ellos se forma una integración mutua: Biná en Maljut y Maljut en Biná – el Creador en el creado y creado en el Creador, hasta que lleguen a asemejarse por completo, y este es todo el acto.

¿Dónde sucede esto? ¡Únicamente en el pensamiento, en el deseo, en el esfuerzo interior!

Obviamente es lo más difícil. A algunos les es más fácil trabajar con el intelecto, a otro le es más difícil, pero el trabajo espiritual es difícil en la misma medida para todos – para científicos y para carpinteros, dado a que este se realiza en el alma y no en el intelecto. Nosotros realizamos algunos actos exteriores y estos nos unen en la intención correcta. ¿Para qué hacemos esto? ¿Por qué juntos y no por separado? ¿Por qué queremos expandir el círculo de participantes? – esto nos vitaliza y nos entusiasma. Sin la intención en el esfuerzo somos una “compañía de necios”, ya que el trabajo más importante sin intención – ¡no tiene significado alguno!

(De la lección diaria del 31 de octubre del 2010, sobre el artículo de Rabash)

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