Opinión (Jeremy Rifkin, economista, escritor, asesor político, activista, autor de «La civilización empática: Repensando la naturaleza humana en la era de la Biosfera»): «La empatía», explica Rifkin, «conjura la participación activa, la voluntad de un observador para pasar a formar parte de la experiencia ajena, para compartir el sentimiento de esa experiencia. …»
«Los biólogos y los neurocientíficos cognitivos están descubriendo neuronas espejo, las así llamadas neuronas empáticas, que les permiten a los seres humanos y otras especies sentir y experimentar la situación de los demás como si fuera propia. Nosotros somos, según parece, los más sociales de los animales y buscamos participación íntima y compañerismo con nuestros semejantes. …»
«Al extender el sistema nervioso central de cada individuo y de la sociedad en su conjunto, las revoluciones en la comunicación nos proporcionan un campo de juego cada vez más inclusivo para que la empatía madure y expanda la conciencia. Por ejemplo, durante el período de las grandes civilizaciones de agricultura hidráulica caracterizadas por la escritura y la conciencia teológica, la sensibilidad empática se amplió pasando de los lazos tribales de sangre, a lazos de asociación basados en la filiación religiosa común. Los judíos llegaron a tener empatía con judíos, los cristianos con los cristianos, los musulmanes con los musulmanes, etc. En la primera revolución industrial caracterizada por la conciencia impresa e ideológica, la sensibilidad empática se extendió a las fronteras nacionales, y de esta manera los estadounidenses tuvieron empatía con los estadounidenses, los alemanes con alemanes, los japoneses y con japoneses y así sucesivamente. En la segunda revolución industrial, caracterizada por las comunicaciones electrónicas y la conciencia psicológica, los individuos empezaron a identificarse con otros de ideas afines.
Hoy en día, estamos en la cúspide de otra convergencia histórica de energía y de comunicación, la tercera revolución industrial, que podría extender la sensibilidad empática a la propia biosfera y a toda la vida sobre la Tierra».
Mi comentario: No cabe duda que seguiremos desarrollándonos en este sentido de acuerdo con el plan de la Naturaleza. La única pregunta es si superaremos el egoísmo impulsados por golpes o reprimiéndolo conscientemente.(99208)
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