En caída libre

Dr. Michael LaitmanPregunta: Hemos hablado sobre el estado de nuestra sociedad moderna y cuán debería ser. ¿Pero qué pasa entre estos dos estados? Sabemos que una transición de un estado social a otro es precedida por circunstancias dramáticas para un individuo, porque su vida comienza a desmoronarse.

Respuesta: En nuestro caso este proceso es aún más difícil. Las transiciones anteriores han sido saltos de un nivel egoísta a otro, porque el ego siguió incrementándose durante miles de años y, en consecuencia, se reformatearon las configuraciones sociales: esclavitud, feudalismo, capitalismo, postmodernismo, y otros, pero ahora hemos alcanzado tal nivel en el que todo está empezando a caer.

Cuando se nos recuerda el pasado, a veces decimos: «Los años ochenta fueron buenos». ¿De qué manera fueron buenos? ¿En el hecho de que el desarrollo egoísta de miles de años de la humanidad llegó a su punto máximo de saturación, y este pico cayó durante los días de nuestra juventud? Nosotros sentimos una especie de libertad en ese entonces, la necesidad de sobrevivir no recaía sobre nosotros, la futilidad de nuestra existencia aún no se había descubierto.

A finales de los años ochenta todo empezó a caer y comenzó la retirada gradual. En su día, Vernadsky y otros filósofos habían previsto esto, pero nadie los escuchó. Y hoy en día la gente no quiere aceptarlo a pesar de que ya se ha entendido por muchos años. Lo mismo ha estado ocurriendo con la sabiduría de la Cabalá, por el momento, no quieren oír hablar de eso, pero no hay forma de refutarla.

En el pasado estos filósofos fueron duramente criticados, las personas no aceptaron la sabiduría de la Cabalá en absoluto ni querían saber nada de ella. Pero hoy ha quedado más claro que todo desciende a un nuevo nivel, causando grandes problemas personales y sociales, pero no hay remedio para esto, debe llevarse a cabo una especie de revolución.

Pero no una revolución física como la hubo en las etapas previas: la Guerra de los Cien Años, las revueltas de esclavos, las protestas de los propietarios de tierras, la ruina de los campesinos, y así sucesivamente. ¡Todas estas fueron indicadores de la evolución, pero de la evolución egoísta! El ego creció causando una necesidad de reiniciar el formato físico: social, tecnológico, familiar, personal, etc.

Ahora la transición desde el sistema que se desarrolló bajo la presión de fuerzas egoístas está empezando a descender, es decir, las fuerzas egoístas están perdiendo terreno. Estamos empezando a ver que el liderazgo no funciona, ni en las fábricas, ni en el ejército, ni en las instituciones gubernamentales, tampoco en las escuelas, ni en la familia.

¿Qué restricción puede contener a un niño? ¿Dónde está el marido que escucha a su esposa? ¿Dónde el trabajador que oye la voz de su gerente sin lugar a dudas? ¿Dónde está el gobierno: el parlamento, el jefe de estado? ¿Dónde están? Ellos no existen. La autoridades «pían» por la pantalla de la televisión, sin embargo, nadie le presta atención a su trino. Se entiende que los medios de comunicación tratan de jugar con ellos mediante la creación de una imagen de grandes líderes, pero, en realidad, nadie los oye.

Los gerentes de las fábricas se quejan todo el tiempo de que las personas no tienen la motivación para trabajar; ellas no pueden obligarse a sí mismas ni quieren trabajar. Cuando el ego desciende, no ve perspectivas. ¿Cómo es posible obligar a una máquina a trabajar sin electricidad, energía, gasolina, y así sucesivamente? ¡No hay manera!

Ahora estamos en caída libre, y mientras tanto no vemos otras fuerzas que puedan reemplazar al ego como la fuerza de desarrollo para nosotros. Pero el ego ya está expirando. Y este es el deslizamiento hacia abajo. El ego es cada vez más pequeño y está perdiendo su atractivo ante nuestros ojos. ¿Cuánto podemos comprar y correr por los alrededores? ¿Cuánto tiempo pueden ustedes viajar por todo el mundo? ¿Cuánto tiempo pueden pasar en los bares y restaurantes?

Esto no se debe a que la persona esté satisfecha, sino debido a que ella ha perdido el deseo por esto; éste ha desapareció en algún lugar. Supuestamente hay un inmenso mundo frente a ustedes, pero los jóvenes están atrapados en sus teléfonos celulares, SMS, en su vacía y vana palabrería. ¿Dónde están los ideales? ¿Dónde está el arte? ¿Dónde está la ciencia? ¿Dónde está la conquista del espacio? ¿Dónde están los sueños por descubrir nuevas tierras? Todo esto se ha ido.

Pregunta: Un entusiasmo y emoción tales, prevalecieron en la sociedad durante los años sesenta.

Respuesta: ¿Y cuál fue la emoción? El ego trabajó para nuestro beneficio. Éste nos empujó hacia grandes logros. Pero hoy en día esto ya no existe, y no podemos hacer nada. Nosotros requerimos que una fuerza absolutamente diferente nos guíe hacia adelante.

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Del Kab.TV «Un mundo integral» del 10/24/13

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