La unión de los puntos en el corazón

dr. michael laitmanEs deseable que la palabra «Arvut» (garantía mutua) y todos los términos de este concepto se vuelvan muy estrechos y claros para nosotros tanto como nos sea posible. Por lo tanto, tenemos que empezar a trabajar más y revelar la conexión que esto asume entre nosotros.

Cada uno debe estar por encima de los demás a fin de cuidar de ellos y darles el ejemplo correcto. Cada uno debe sentirse por debajo de otros a fin de conseguir un despertar e inspiración de ellos, porque la persona no tendrá la fuerza para avanzar sin esto. ¡Y cada uno debe preocuparse de que seamos absolutamente iguales, no más y no menos, absolutamente iguales!

En este camino, empezaremos a sentirnos entre nosotros internamente. No veré al amigo como un cuerpo material. De repente dejaré de distinguir su rostro; éste desaparecerá. No notaré su ropa y las características externas. Entonces, dejaré de ver incluso sus cualidades, su carácter, los hábitos que constituyeron primero su imagen para mí. No me relacionaré con una imagen externa ni con su carácter, conducta y cualidades de nacimiento o adquiridas a lo largo de la vida.

No veré su ropa, su cuerpo físico, o rasgos de carácter, sino sólo el punto más interno, llamado el lado opuesto del alma santa. Por supuesto, éste todavía no está corregido, pero aun así yo siento un gran deseo por atraerlo hacia la Luz Circundante para que sea corregido.

Este punto es llamado el punto en el corazón. La conexión entre los puntos, la garantía mutua, es el medio para atraer la Luz. Esta es la forma en que tenemos que ver a todos los amigos en vez de cuerpos, rasgos de carácter o comportamiento. Todo esto se le da a un amigo desde Arriba y lo hace actuar de esta manera, o lo veo de cierta forma «según la medida de mis propios defectos». Pero lo más importante es ver el punto interno y el deseo de unirse con él.

La conexión de estos puntos en un todo llamado un Minian. Éste es una unión de puntos en el corazón que están listos para actuar y aplicar todos los esfuerzos posibles a fin de lograr la similitud con la Luz Superior. Ésta comienza a brillar sobre ellos en la medida de su similitud y anhelo por la propiedad de la Luz. Las Luces siempre existen; los movimientos ocurren sólo dentro del deseo.

Todo depende de la conexión de los puntos internos en el corazón que atraen la Luz, por su fuerza y ​​calidad, la razón por la que queremos conectarnos, y cómo superar los obstáculos. Tan pronto como llenamos la medida de esfuerzos necesaria (Seáh), obtenemos un deseo por unirnos los suficientemente fuerte; la Luz completa nuestra primera acción de unidad y nos lleva a la primera adhesión (Zivug), el primer contacto con el Creador.

De esta manera realizamos nuestra garantía mutua, es decir, estamos tan «juntos» en garantía por los demás, que nos volvemos un todo. Este es el primer grado espiritual en el que revelamos el mundo superior, la fuerza superior, la verdadera realidad que está por encima de aquella en la que estamos ahora. Este mundo nos parece ilusorio como un sueño.

La primera actitud correcta es la de salir del propio cuerpo y de los ornamentos de uno mismo, de todos los deseos egoístas, pensamientos y hábitos, cualidades innatas o adquiridas. Yo solo siento el punto en el corazón y quiero adherirlo a los amigos. Esto significa que voy hacia la garantía mutua, el primer punto de unidad.

Conectados de esta manera  por la Luz Superior, nosotros alcanzamos la primera vasija. Todos nuestros puntos son opuestos a la unidad, pero nuestra presión, la tensión creada entre estos puntos nos revela cuán intrínsecamente incapaces somos de conectarnos, y al mismo tiempo cuánto lo deseamos.

Baal HaSulam describe este estado en la «Carta 19» en el ejemplo de la relación entre un hombre y una mujer que deliberadamente se separan y no puede conectarse, pero al mismo tiempo, sienten un gran deseo por estar juntos. Como resultado, esto lleva hacia una explosión de la fuerza de conexión que supera la fuerza de separación, entonces alcanzamos la unidad. «Y su simiente es para el bien», este es nuestro primer estado llamado nacimiento espiritual. En nuestro mundo, los niños nacen como resultado de la unión entre un hombre y una mujer, y en el mundo espiritual, el resultado de nuestra adhesión es el nacimiento de un nuevo estado.

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De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 12/31/13, Preparación para la Convención

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