A pesar de mi egoísmo, de mis cualidades malvadas y los malos estados por los que atravieso, puedo, estoy listo y tengo derecho a recibir una fuerza de Arriba que me ayudará a revelar el Mundo Superior. Mi trabajo es aspirar a la meta tanto como yo pueda.
Aunque me encuentre alejado de tener intenciones puras, incluso si mis “capacidades” son dudosas, todo eso no es importante. Este soy yo ahora: estas son mis propiedades presentes y mi estado actual.
Si una persona, sin importar su situación, desea recibir la fuerza de corrección y de avance espiritual, entonces esta persona lo merece. El Creador dice, “Llámame y yo te pagaré tus esfuerzos”.
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