Comentario:
Cuando ve a los principiantes que estudian Cabalá, ve que tienen un deseo muy fuerte de participar en diversas actividades. Pero luego resulta que es muy difícil para ellos y no saben qué hacer con él.
Mi respuesta:
Vamos por nuestro propio camino, no le presto mucha atención ni a los nuevos ni a los viejos. Tengo en cuenta el ambiente general óptimo que nos lleva a la victoria.
¿Podemos ir a este ritmo? No podemos ir a un ritmo más lento; no funciona, nos quedaremos dormidos. No podremos sostener un ritmo más rápido y no podremos hacer esfuerzos a largo plazo porque todos tienen una familia y un trabajo. ¡Pero a este ritmo podemos!
En principio, el mundo, su desarrollo y su profunda caída libre en una crisis nos obliga a hacerlo.
Pregunta:
¿Cómo nos aseguramos de que no haya fanatismo por parte de los recién llegados?
Respuesta:
No puede haber fanatismo ya que no hay condiciones para ello en el trabajo espiritual. Nadie se eleva por encima de nadie, nadie eleva nada a un culto, nadie se inclina ante nada. Por el contrario, si la gente está buscando algo sagrado aquí, ante lo cual puedan postrarse, no encuentran nada.
En Cabalá, la naturaleza es una fuerza que necesitas atrapar en tu interioridad, para convertirte en un santo tú mismo, para todos y cada uno juntos, elevándote por encima del egoísmo interior. Por lo tanto, en la Cabalá real, todas las oportunidades para adorar algo están eliminadas. La gente puede usar su naturaleza para alcanzar una naturaleza superior.
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