Cuando te conectas con otras personas al nivel del deseo espiritual, la corporalidad gradualmente pierde su valor. Por supuesto, aun tienes que ayudar a las personas a vivir según las leyes de la sociedad, pero comenzarás a ver las razones más profundas y el propósito de todo lo que sucede.
Todas tus sensaciones comienzan a enfocarse en tu conexión y relación con el Creador. Revelas que otros también desean al Creador y realmente necesitan tu ayuda con esto. Todos están en el mismo barco y se ayudan mutuamente a navegar y llegar a la meta común.
Esto es también lo que el Creador desea, Él es el que determina nuestras acciones desde el principio. Tenemos que dejar atrás nuestros deseos propios y conectarnos con el Creador y Su deseo tanto como podemos entender y comprenderlo. Solamente somos capaces de actuar en medida en la que podamos llevar acabo Su deseo.
Por esta razón, no debemos abandonar nuestros estudios y buscar ayudar a todos aquellos que sufren. Debemos entender que no podemos ayudarlos de esta manera. Únicamente hay una forma en que podemos ayudarlos, pues todo viene desde lo Alto, desde la Luz Superior, esta Luz carece del deseo en donde revestirse, es por eso que estamos siendo testigos de tantos desastres naturales en nuestro mundo.
Tenemos que crear una vasija en nuestro mundo que sea capaz de aceptar la Luz Superior. Entonces, en lugar de todas las catástrofes que experimentamos, sentiremos los cambios positivos de la misma fuerza, o inclusive mayores.
La vida nos enseña que no hay otra manera de superar estas tragedias. Con cada día que pasa, la vida en la tierra se vuelve más peligrosa. Así que, si no tomamos el camino correcto, veremos los platos tectónicos moviéndose en un futuro cercano, con todo lo que ello implica.
(Extracto de la lección sobre La introduccòn al Libro del Zóhar correspondiente al 18 de enero 2010)
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