Lo más importante en el trabajo espiritual es poner filtros, límites en nuestros pensamientos, acciones, deseos y palabras, para actuar estrictamente en una dirección: asegurar que los pensamientos en la cabeza, los deseos en el corazón, las palabras en la boca y las acciones de las manos, todo trabaje sólo en beneficio de otros.
Sin embargo, no significa ir de un hospital a otro, ayudar a los necesitados o ayudar a las ancianas a cruzar la calle, etc. ¡Nada de esto! Esto no nos da ningún resultado.
Sólo queda algo: pasar la Luz superior, a través de nosotros, al mundo entero, convertirnos en nación, como está escrito en la Torá: «Y serán para mí una nación de Cohens«. Si lo hacemos y nos volvemos intermediarios entre el mundo y el Creador, para otorgar a Él y al mundo, pero nunca para beneficio propio; ‘Cohens no tienen retribución en este mundo’, así daremos al mundo armonía, equilibrio y cumpliremos nuestra misión .
Esta es la esencia del capítulo Shoftim (jueces), que todo el tiempo deben medir y pesar correctamente, pasar veredictos justos y controlarse a sí mismos.
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De Kabtv «Secretos del Libro Eterno» 21/sep/16
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