Adiós al nivel animado del desarrollo

Pregunta: Existe un concepto llamado el ciclo de contacto en Terapia Gestalt. Este incluye las fases que atraviesa cualquier persona. La base de la actividad humana en un grupo se compone de cuatro fases. ¿De dónde viene esta cifra? ¿Cuántas fases deben haber de acuerdo a las leyes de la naturaleza?

Respuesta: De acuerdo con las leyes de la naturaleza, hay cuatro fases que se derivan de una quinta fase, de la mayor, de la fase cero. Cero es el primer nivel, que es la naturaleza misma. Las cuatro fases del desarrollo de un deseo resultan de ella. La cuarta fase es la forma final del desarrollo de un deseo.

Así que, en realidad hay cinco fases, pero nosotros no tomamos la primera fase en cuenta, puesto que está más allá de nosotros y está relacionada con la naturaleza superior. Por lo tanto, nosotros consideramos sólo las cuatro fases del desarrollo de un deseo. Sólo la última fase de las cuatro, nosotros la sentimos como nuestra, como nuestro «yo». Ya no la consideramos como algo que vino de fuera, sino como algo que surge desde dentro de nosotros.

Pregunta: ¿Cuáles son estas fases en el marco del curso de la evolución del egoísmo?

Respuesta: Se trata de la naturaleza inanimada, vegetativa y animada. Nosotros hoy nos encontramos en la cuarta fase, la fase del desarrollo humano.

Nosotros aun somos tratados hoy como en el nivel animado porque nos preocupamos por nuestro cuerpo animal y con todo lo que lo rodea. Somos animales refinados, pero aún así animales, porque todos nuestros problemas y preocupaciones se encuentran dentro de nuestra vida animada, es decir, nuestros cuerpos físicos son importantes para nosotros.

Sin embargo, un ser humano es una imagen colectiva, Adam, donde nosotros reunimos todas nuestras esperanzas, pensamientos y deseos, y, al unirnos, nos elevamos por encima de nuestra naturaleza física. Eso es algo hacia lo cual la naturaleza nos despierta y nos conduce. Si respondemos apropiadamente al llamado de la naturaleza y seguimos en esta dirección correcta, llegamos a un estado integral de «humano», donde todos nuestros deseos y pensamientos se unen.

Juntos, sentimos este deseo y la nueva conciencia que está por encima del nivel animal al adaptarnos entre nosotros casi hasta el punto de no sentir nuestra existencia animada. Nosotros nos preocupamos por nuestro cuerpo, como si cuidáramos de un animal, sólo en la medida necesaria para su existencia. Le damos comida, sexo y familia al cuerpo en la medida de sus necesidades físicas. El resto de nuestras necesidades las elevamos al nivel de la unificación, integralidad y responsabilidad mutua.

Esta es la cuarta fase que tenemos que alcanzar. La actual piedra angular de la crisis extremadamente crítica, es sólo el punto de bifurcación a través del cual tenemos que pasar. Espero que podamos pasar a través de ella más o menos sin problemas al darnos cuenta de que debemos elevarnos a un nivel superior.

(72548 – De la «Charla sobre educación integral» # 12 del 16 de Diciembre del 2011)

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