Aprender el método de enseñanza de la naturaleza

Mi nuevo articulo: «Aprender el método de enseñanza de la naturaleza«

A principios de la década de 1930, el padre de mi maestro, el gran pensador e ilustre cabalista Baal HaSulam, escribió un ensayo innovador titulado La paz, donde describió que la humanidad puede lograr la paz y lo que sucederá si no lo hace. Entre otras cosas, expresó la forma en que la naturaleza atiende a su creación, que la cuida hasta que se vuelve independiente. En sus palabras:

“Tomemos como ejemplo la creación de un ser humano: el amor y el placer de los progenitores es la primera razón, que les garantiza cumplir con su deber. Cuando la gota esencial se extrae del padre, la naturaleza sabiamente le da un lugar seguro, que lo califica para recibir vida. La naturaleza también le da su alimento diario en la cantidad exacta. También le preparó una base maravillosa en el útero de la madre para que ningún extraño pueda dañarlo.”

“Atiende todas sus necesidades como una niñera entrenada que no lo olvida ni por un momento, hasta que adquiere la fuerza para emerger en nuestro mundo. Aquí, la naturaleza tampoco lo abandona. Como una madre amorosa, se lo da a personas cordiales y leales en las que puede confiar, llamadas ‘Madre’ y ‘Padre’ para que le ayuden durante sus días de debilidad, hasta que crezca y pueda sostenerse. Igual que el hombre, los animales, las plantas y lo inanimado; todos son atendidos sabia y misericordiosamente para asegurar su existencia y la continuación de su especie”.

Sin embargo, advierte Baal HaSulam, cuando crecemos, debemos tomar responsabilidad y comenzar a comportarnos más y más con consideración mutua, cuidarnos unos a otros y a la naturaleza. Mientras más nos resistimos a las lecciones de la naturaleza, más insistente y dolorosamente nos enseña. Y la lección que la naturaleza nos da, escribió Baal HaSulam hace casi un siglo, es construir una sociedad basada en dar, en lugar de recibir. Como somos reacios, agregó, “la humanidad está siendo hervida en una agitación atroz de lucha y hambre y, sus consecuencias no han cesado hasta ahora”.

Sin embargo, las lecciones de la naturaleza no tienen que ser duras. Baal HaSulam escribe, “Lo maravilloso es que la naturaleza, como juez hábil, nos castiga de acuerdo con nuestro desarrollo. Porque podemos ver que en la medida en que la humanidad evoluciona, los dolores y tormentos para obtener nuestro sustento y existencia también se multiplican”.

En conclusión, escribe Baal HaSulam: “Tenemos una base científica y empírica de que la naturaleza nos ordenó obedecer con toda nuestra fuerza, la regla de otorgar a otros, con total precisión, de tal modo que nadie trabaje menos de la medida requerida para asegurar la felicidad y el éxito de la sociedad. Mientras seamos indolentes y no lo hagamos al máximo, la naturaleza no dejará de castigarnos y vengarse”.

Finalmente, Baal HaSulam advirtió unos años antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, que “además de los golpes que sufrimos hoy, también debemos considerar la espada desenvainada para el futuro”. Por lo tanto, agrega, “se debe llegar a la conclusión correcta: que la naturaleza finalmente nos derrotará y todos nos veremos obligados a unirnos y seguir sus dictados en toda la medida que se nos requiera”, es decir, “obedecer la regla de otorgar a los demás”.

El método de enseñanza gradual de la naturaleza, terminó en la destrucción de Europa y la muerte de decenas de millones de personas, que no escucharon. Ahora estamos viendo que el ciclo creciente de odio se convierte en un siniestro remolino que amenaza con ahogar al mundo entero una vez más y el costo será mucho más alto que, incluso, la guerra mundial anterior.

En La última generación, Baal HaSulam escribe que una tercera guerra mundial nuclear ocurrirá si no obedecemos el mandato de construir una sociedad de dar y de responsabilidad mutua. A juzgar por la escalada de los crímenes de odio y la tensión internacional, es fácil ver que su predicción se materializa. Pero la naturaleza es un juez hábil; nos tratará de acuerdo con nuestras acciones. Si elegimos la responsabilidad mutua ahora, evitaremos sus duras lecciones.

El coronavirus nos da oportunidad de practicar la responsabilidad mutua. Todo lo que tenemos que hacer es obedecer dos leyes: usar mascarillas y mantener la distancia social. Si lo hiciéramos durante unas pocas semanas, nos libraríamos del virus. Pero, ¿realmente podemos? ¿nos preocupamos lo suficiente por los demás como para ayudar al mundo a deshacerse del virus? El coronavirus es una prueba de nuestro compromiso mutuo. Si fallamos, la naturaleza será un maestro mucho más estricto y mucho menos comprensivo. Y si seguimos fallando, la predicción de Baal HaSulam se hará realidad.

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