Aprendiendo a utilizar al faraón

Pregunta: Trato fuertemente de cruzar el Majsom (la barrera que nos separa de la espiritualidad), pero el Faraón siempre gana. Hasta cierto punto, pierdo fe y me uno con el grupo sólo por costumbre, y no por una aspiración genuina. Esto me enoja. ¿Qué debo hacer ahora? ¿Pedirle al Faraón que me permita pasar hacia el Creador?

Respuesta: No, tú debes vencerlo. Él te odia y no te permitirá pasar hacia el Creador. Él está parado entre ustedes dos.

Debes entender que el Creador mismo ha puesto al Faraón delante de ti. Con el fin de desarrollar un deseo fuerte y correcto en ti; Él ha localizado un obstáculo especial en tu camino. Este obstáculo, tu egoísmo, Faraón en sí, te “esculpe”, forma un nuevo tipo de esfuerzo, una nueva y poderosa aspiración hacia el mundo espiritual fuera de ti. Si no fuera por el Faraón, tú no buscarías la espiritualidad. Tú desearías la corporalidad, asumiendo que esta es  “espiritualidad.”

Sin embargo, el Faraón endereza tu falta de correspondencia. Tu ejerces presión, él te da golpes; tu ejerces presión él te da golpes y así una y otra vez. Debido a estos golpes el prepara el terreno de tu deseo en el deseo de otorgamiento (Tzura Melubeshet Be Homer).

Como resultado, tú, como una llave, encajas precisamente en la cerradura, y la puerta se abre. Es por eso que se dice, “El Faraón dibuja los sonidos de Israel (aquellos que aspiran hacia Él) más cerca del Creador”.

Nosotros pensamos que existen fuerzas negativas en la naturaleza, pero en realidad, este no es el caso. Cuando el atributo de otorgamiento reine dentro de mí, descubriré que no existe el mal, y que todos los factores negativos fueron llamados para formar en mí el deseo de otorgamiento. Todos ellos son ayudas que vienen de Arriba. Tan pronto como asuma la forma de otorgamiento, estos no tendrán ninguna razón para presionarme por más tiempo.

Sólo necesitamos entender cómo trabajar con estas fuerzas. Mientras más rápido lo hagamos, mas pronto adquiriremos una nueva forma y naceremos.

(26448 – De la Lección Artículos de Rabash del 12 de noviembre de 2010.)

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