Aumenta el contraste en la imagen de la realidad

La naturaleza es el bien absoluto y por lo tanto todo debe ser evaluado por el estado final al que está llevándonos. En general, «naturaleza» y «el Creador» son la misma cosa. Entonces ¿por qué la naturaleza organiza las cosas para que en el proceso de nuestro desarrollo pasemos por tantos estados desagradables, problemáticos, y atroces en el camino hacia la buena línea final?

La respuesta es simple: La bondad como tal no existe. La revelamos sólo en comparación con mal. No hay bien sin mal, y por lo tanto debemos revelar las fallas junto con su compensación una y otra vez. Esa es la única manera posible de adquirir profundidad en la sensación. El contraste entre el bien y el mal nos trae entendimiento, y en el camino que lleva a una sucesión de estados, ganamos experiencia en transitar del mal al bien.

En este movimiento constante acumulamos todo el mal dentro de nosotros, y por encima de este todo el bien, y entonces nos damos cuenta de la brecha entre ellos, el abismo entre el infinito con un signo de menos y el infinito con un signo de más. Todo esto se acomoda dentro de nosotros, se absorbe dentro de nosotros, y se convierte en nuestra vasija o volumen.

Bien y mal, más y menos no pueden existir por separado. No hay Creador sin creación. Hablamos de la Luz sólo en el contexto de la vasija que ya está presente dentro. No vemos al Creador separado de la creación, la cual Él creó. Es imposible decir si algo existía previamente porque la misma noción del tiempo, la misma base de la percepción desaparece. No hay nadie a quien decir nada y nadie de quien decirlo. Todo es alcanzado sólo por la creación. Incluso cuando esta es secundaria en relación con la Luz, lo es sólo en términos de causa y efecto.

El Arí escribe, «He aquí que antes de que las emanaciones fueran emanadas y las criaturas creadas, la Simple Luz Superior ha llenado toda la existencia». En otras palabras, la Luz llena ya la realidad, existe en ella, y está sujeta a la percepción o sensación. Al haber alcanzado la realidad, un cabalista nos habla de ella. Nunca seremos capaces de discutir nada que no hayamos alcanzado dentro de nuestras vasijas.

(De la 4º parte  de la lección diaria de Cabalá del 3/25/11, educación global)

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