Cabalá – El don de la conexión con la fuerza superior

La cualidad única de nuestro tiempo es que la sabiduría de la Cabalá está comenzando a ser parte de la vida de la sociedad general: está comenzando a mostrarse como un camino especial  para la corrección común de la humanidad. Por lo tanto, tiene algo que decir acerca del mundo e interviene en diferentes áreas de nuestra vida. Estos no son tiempos en los que la persona lee un libro cabalístico sin conectar sus estudios con este mundo. No tiene nada que ver con política ni economía ni historia ni geografía ni ecología ni sociedad en la que se vive. 

Cabalá era una sabiduría especial, sin relación con este mundo, aparentemente habla de ángeles en el cielo, es decir, de fuerzas superiores, con la ayuda de las cuales el hombre puede desarrollar nuevos órganos sensoriales y alcanzar al Creador y a los mundos superiores, sin conectarse con nadie más. Los cabalistas estudiaban en secreto, sin abandonar su rincón. La sabiduría estaba oculta y la persona se ocultaba a sí misma y a sus estudios. 

Esto continuó por miles de años, hasta el tiempo del Arí cuando la revelación de Cabalá comenzó, pero aún de manera muy lenta y modesta. Aún cuando hubo cabalistas como el Baal Shem Tov, que comenzó la educación masiva de Cabalá y abrió muchos centros de estudio. Este movimiento más tarde recibió el nombre de “Jasídico” y comenzó a esparcirse entre el pueblo de Israel. 

Sin embargo, en nuestro tiempo, la sabiduría de la Cabalá va más allá del pueblo de Israel y comienza a esparcirse de forma general en todo el mundo. El hecho es que el desarrollo del mundo llegó a un punto, después del cual, sólo la sabiduría de la Cabalá puede explicar lo que sucede. El mundo integrado requiere de conexión general y de la transformación de la humanidad en una sola nación. 

La crisis que sentimos en todos los lugares del mundo, indica que el problema no es ni ecología ni economía ni tecnología, sino la humanidad en sí. Esos problemas indican que no existe unidad entre nosotros, como en las demás partes de la naturaleza. Con nuestra conexión causaremos unidad en la naturaleza; por lo tanto, la naturaleza nos hace un llamado para que nos corrijamos y así, corregir la separación entre las fuerzas de la naturaleza en todos sus niveles, con el fin de llevarla al equilibrio y a la armonía. 

Sólo la sabiduría de la Cabalá puede hacerlo. Sólo ella puede explicar que el mundo es un solo sistema cerrado y darle a la humanidad un método de conexión con la fuerza superior. 

Es difícil aceptar este método a causa de su novedad. Nunca ha habido nada parecido; no está confirmado por la historia. Nunca antes hemos hablado de que al conectar a la gente, es posible influir en la naturaleza, en su fuerza, en la crisis, en el clima. Aun así, es necesario escuchar lo que la sabiduría de la Cabalá enseña, de otra manera la naturaleza nos convencerá por la fuerza, revelará un desequilibrio cada vez mayor. Este será el camino del sufrimiento, no el camino de la luz. 

Estamos en un periodo histórico que nos obliga a la garantía mutua, a la conexión y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, como la ley fundamental de la naturaleza y de todos los mundos. Nuestro egoísmo rechaza la conexión y cada día, una vez más, debemos tratar de conectarnos, en nuevas condiciones, sobreponiéndonos a la resistencia del deseo egoísta incrementado y a la mente que es incapaz de pensar en dirección del otorgamiento. Debemos regresar artificialmente una y otra vez al descubrimiento de nuevas leyes de la naturaleza. 

La crisis nos atenaza cada día más y más, encierra a la humanidad como en una jaula, en una pequeño planeta y no nos dejará más libertad de elección que pensar en nuestro destino común en el cual dependemos uno del otro. Cada día esta dependencia crece en decisiones tomadas en algún otro lugar, entre países y naciones. 

El mundo se vuelve más pequeño y estrecho. Por lo tanto, nuestra influencia mutua se incrementa. Con una dependencia tan rígida, lo mejor es una buena cooperación, garantía mutua. Cada día debemos dirigirnos hacia el propósito de la creación, hacerlo el propósito de nuestra vida e intentar atraer a tantas personas como sea posible, para que entiendan que la conexión es necesaria y que nuestra naturaleza es opuesta. 

En realidad, nuestra naturaleza, con su resistencia a la conexión, nos ayuda a elevarnos con más propósito. El egoísmo es ayuda en contra, nos ayuda a conocer nuestra condición, porque somos mucho más sensibles a la fuerza de separación que a la fuerza de conexión. Por lo tanto, es necesario esforzarnos porque el método de corrección sea renovado cada día, en cada uno de nosotros y en todos juntos.1

De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 13/dic/19, “Condiciones para elevarnos por encima de nuestro círculo”

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