Civilizaciones extraterrestres en el planeta Tierra, parte 2

Dr. Michael LaitmanUn animal vive de acuerdo a su naturaleza y no cambia. Obedece los instintos incrustados en sus células y cromosomas y los sigue automáticamente. Un animal no se desarrolla en sí ni en el ambiente, sólo sigue su programa interno.

Los seres humanos son criaturas con un programa de desarrollo interno. Venimos del nivel animal como monos que evolucionaron hasta convertirse en humanos. Por cierto, los libros cabalísticos hablaron de esto, miles de años antes de la teoría de Darwin.

Los seres humanos difieren radicalmente de los simios, es decir, nuestro desarrollo cualitativo es nuevo. Hay una fuerza en nosotros llamada el Creador, que creó una nueva creación. Esta fuerza vive en nosotros y nos desarrolla.

No existe esta fuerza de desarrollo en ningún otro nivel. La materia inanimada no cambia en absoluto. Las plantas cambian ligeramente dependiendo de la época del año. Los animales se multiplican y se desarrollan un poco, pero sólo de acuerdo con su programa interno, ¡mientras que los humanos se desarrollan siguiendo el programa de desarrollo en ellos!

El ser humano se desarrolla de forma continua. Es totalmente nuevo de un año a otro. Cada generación es como una nueva humanidad. ¿Cómo es posible comparar el humano que vivió hace mil años con el de hoy? La gente moderna tienen diferente cultura, educación, visión del mundo, percepción de la realidad, relaciones mutuas y medio ambiente. ¿De dónde vienen estos cambios? De la fuerza oculta en nosotros, llamada el Creador.

Esta fuerza creó plantas de la materia inanimada, animales de las plantas y personas de los animales. Esa misma fuerza actúa en nosotros todo el tiempo, revelando su desarrollo. De lo contrario, incluso hoy, seríamos los mismos de hace 10,000 o 100,000 años.

Pero no somos los mismos; somos completamente diferentes. Tal vez no hemos cambiado mucho en lo exterior, pero internamente somos muy diferentes de la gente primitiva, en nuestra percepción de la realidad y comprensión. La fuerza llamada nueva creación se actualiza constantemente en nosotros y esto nos hace especiales.

Por lo tanto, no debemos perder el tiempo en desarrollar lo inanimado, vegetal y animal, en otras palabras, en construir casas especiales o desarrollar culturas diferentes, particularmente la familia, que es del nivel animal. ¡Empecemos a desarrollar y a revelar en nosotros la fuerza que nos desarrolla!

Tal vez así podremos manejarla, usarla y dirigirla a nuevas formas. Vamos a examinarla y averiguaremos cómo debemos desarrollarnos, para seguir exactamente ese camino.

Los cabalistas nos recomiendan esta forma de desarrollo, cualquier otra forma nos lleva siempre a crisis, decepción y a un callejón sin salida.
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De Kabtv ‘Una nueva vida’ 30/ago/16

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