Cómo comienza El Zohar

El Libro del Zohar requiere de una preparación especial de nuestra parte. Es la fuente más poderosa de la Luz y la fuerza que cambiará nuestra naturaleza si nos preparamos correctamente para trabajar con ella.

Primero que nada, en nuestro estado actual, tenemos que corresponder al máximo con la Luz Superior que El Zohar nos trae. Es debido a esto, que cuanto podemos, estamos intentando volvernos similares a los autores de El Zohar, Rabí Shimon y sus nueve estudiantes. Explican que en el comienzo del trabajo espiritual, que es la revelación del Zohar, la Luz de Jojmá y el Mundo de Atzilut, les toma de improviso un odio mutuo. La luz que atraen ilumina sus deseos y a pesar de sus ansias de unidad, lo que surge entre ellos es la repulsión. Frente a la iluminación del Zohar, ellos observan que son opuestos.

El sendero comienza con la revelación del mal; una persona tiene que sentirlo a cada vez. De otra forma, su primer paso no será el correcto. Está escrito, “Yo he creado la inclinación al mal y he creado la Torá como un remedio, pues la Luz que se oculta en ella regresa a la Fuente”. Esta frase nos está hablando sobre tres líneas.  La inclinación al mal es la línea izquierda, la Torá o el remedio es la línea derecha (la Luz que Reforma) y la línea media es nuestra alma corregida, el deseo de la líneas izquierda que se ha sido corregido con la intención de la línea derecha.

La inclinación al mal, el egoísmo no se produce por sí mismo, sino bajo la influencia de la Luz. En ese momento vamos hacia la línea derecha, la Torá, y la Luz que llega de Arriba nos regresa a la Fuente, el Creador, la línea media. La revelación del mal es el comienzo de cada etapa en el sendero que nos acerca al Creador desde el punto cero hasta el Final de la Corrección. Incluso el grupo de Rabí Shimon, que se encontraba en niveles muy elevados, atravesó por estas mismas fases.

Si no revelamos a nuestro enemigo, no podemos estudiar la Cabalá y atraer la Luz. Intentamos lo mejor que podemos unirnos, pero sentimos que nuestro corazón está mudo y nos queda un mal sabor en la boca.

Sin embargo la meta es grande y pide la Luz, el Creador que vendrá y nos corregirá. Ya no lo vamos a soltar hasta que se aparezca y establezca una conexión entre los amigos, lo que nos convertirá en un Kli común con la garantía mutua, como un solo hombre con un solo corazón y un único deseo. Esto es lo que yo pido. Incluso si no entiendo bien lo que esto significa, incluso si no siento la menor inclinación a unirme, de cualquier forma lo pido a gritos junto con todos.

Así es como abordamos la lectura del Zohar, con este deseo de unión. La unidad nos dará la capacidad de atraer la Luz Superior. Al principio cada persona actúa por sí sola y luego con la ayuda de la Luz Circundante (Or Makif) nos uniremos.

En esta unidad, vamos a adquirir el Mundo Superior. El grado espiritual surge dentro de nuestra interconexión. Al principio revelamos la inclinación al mal entre nosotros y entonces pedimos a la Luz que nos una. Entonces la Luz lleva a cabo el trabajo y nos une con la línea media, en el deseo en común.

(De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 14 de noviembre 2010.)

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