Michael Laitman, en Quora: «¿Cómo deshacerse del pensamiento negativo?«
Para deshacernos del pensamiento negativo y de todos los problemas y crisis que se derivan de él, tenemos que estar conectados con el pensamiento fundamental que existe antes y más allá de todos nuestros pensamientos, el pensamiento que gobierna la naturaleza en todos sus niveles: inanimado, vegetal, animal y humano.
¿Cómo podemos acceder a ese pensamiento exaltado que todo lo abarca?
Con la forma correcta de conexión entre nosotros.
En nuestro estado actual, emanamos pensamientos e influencias negativas al albergar intenciones egoístas sobre nuestros deseos. La intención egoísta se expresa como miríadas de “virus” de explotar a otros para obtener ganancias, estatus y control.
Mientras más pensamos y actuamos de acuerdo con un modus operandi egoísta, más propagamos estos virus y como resultado, abundan más y más fenómenos negativos en nuestro mundo.
Nuestro egoísmo infecta a la sociedad, se transforma en la sociedad y regresa a nosotros con mucha más fuerza. Pronto, todos sufrimos angustiosamente condiciones de vida contaminadas donde nuestras conexiones egoístas se intensifican para volverse cada vez más negativas y odiosas.
Hoy, experimentamos varias mutaciones de odio, competitividad despiadada, envidia, lujuria, orgullo, control y una compulsión cada vez mayor de explotar a todos y todo si sirve a nuestro deseo personal.
El problema con esa abundancia de pensamientos negativos es que nuestra meta de lograr mayor satisfacción nos elude cada vez más y descubrimos que, en esas circunstancias ni nosotros ni los demás disfrutamos realmente.
Nuestro ego se desarrolla para que podamos llegar a la conclusión de que, si seguimos tratando de beneficiarnos personalmente a expensas de los demás, nadie gana y nos veremos cada vez más indefensos.
Entonces, ¿cómo podemos cambiar nuestras formas negativas de pensar y provocar una forma positiva diferente de desarrollo?
Deberíamos buscar formas de transformar dicho sistema de acuerdo con el principio «No hagas a otros lo que odias» y «Ama a tu prójimo como a ti mismo». En otras palabras, al conectarnos positivamente e invertir en la creación de una sociedad que apoye, anime y eleve a sus miembros a pensar y actuar por encima de sus impulsos egoístas, transformaremos nuestro pensamiento. Al valorar y respetar los ejemplos de hacer el bien al mundo y a los demás, los pensamientos positivos comenzarían a extenderse entre la sociedad, reemplazando los pensamientos negativos que surgen de valorar y respetar las metas individualistas y materialistas.
Los “virus” con los que nos contagiamos unos a otros se convertirían en positivos. Los pensamientos que nos transmitimos se consideran virus porque nos penetran sin que nos demos cuenta. Es como si guiáramos a otros centrándonos en buenas intenciones y estas intenciones influyen positivamente. Así, hacemos del mundo un lugar mejor y más saludable.
Cada uno alberga cierta chispa del universo y tenemos oportunidad de ser responsables de esta chispa y operarla creando una sociedad que fomente y apoye las conexiones humanas armónicas.
Foto de Tamarcus Brown en Unsplash.
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