‘Cuando entres al viñedo de tu prójimo’

Torá, Deuteronomio, 23:25: Cuando entres al viñedo de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras hasta quedar satisfecho, pero no podrás ponerlas en tu canasto.

Las uvas simbolizan deseo. Por eso ‘puedes comer todas las uvas que quieras, … pero no podrás ponerlas en tu canasto’, porque el deseo es foráneo. Cuando te incluyes en el deseo, es decir, asciendes al siguiente nivel, allí puedes recibir en ti mismo sin descender de nuevo a tu nivel.

Esto se refiere a dos Partzufim, dos almas: grande y pequeña. Si el alma pequeña se eleva a la grande y se incluye en ella, como un embrión en el vientre de su madre, entonces puede alimentarse de todo lo que hay en el nivel superior. Sin embargo, no puede descender a su nivel ya que sería como la muerte, como una infección corporal.

Cuando puedas ascender y descender libremente, comprendiendo que no puedes usar este deseo en tu propio nivel, la inclusión en el nivel superior te elevará gradualmente y comenzarás a elevarte y, a construir tu propia ‘viña’.

Curiosamente, en los campos agrícolas de Israel, uno puede recoger y comer toda la fruta y verdura que quiera, pero si quiere llevarla, tiene que pagarla. Todo tiene su raíz y rama. Esta es la ley de la Torá.

Puedes entrar en cualquier campo, digamos uno de girasol, elegir lo que quieras y el propietario no dirá ni una palabra al respecto. Probablemente ni siquiera te verá, aunque sabe que te lo llevarás. Pero no importa, es un mandamiento. Es decir el Creador le permitirá reponer la cosecha.

Torá, Deuteronomio; 23:26: Cuando entres en el trigal de tu prójimo, podrás arrancar las espigas con tu mano, pero no podrás cortar las espigas de tu prójimo con la hoz.

Puedes tomar tantas espigas de trigo como necesites en ese momento, porque no produces nada con ellas. Pero no puedes cortar la cosecha del amigo con la hoz, ya que es la total producción (recepción egoísta).
[206392]
De Kabtv ‘Secretos del Libro Eterno’ 26/oct/16

Material relacionado:
El deseo de la gente en la era moderna
El complejo proceso del crecimiento espiritual
El secreto del deseo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *