Cuando las fuentes se extienden hacia afuera

Dr. Michael LaitmanNosotros debemos estar constantemente preocupados con la unidad que se alcanza, la «esfera de frambuesa». Durante un momento, somos capaces de sostenerla por nosotros mismos, buscando maneras de cambiar, de renovar nuestra unidad. Pero esto es posible sólo durante un breve momento que es suficiente para entender que tenemos que aquí tener un factor externo. Este factor externo es la totalidad de la humanidad. Si queremos sostener la esfera de frambuesa, nuestra conexión con el Creador, debemos extendernos hacia el afuera, hacia el mundo externo.

Hay una historia de que el Baal Shem Tov obtuvo esta respuesta desde el cielo a la pregunta: «¿Cuándo vendrá el Mesías?»: «Cuando su enseñanza se extienda hacia afuera». En otras palabras, toda nuestra misión es mantener nuestra conexión con el Creador e ir afuera, no con el fin de sostener y mantener la esfera de frambuesa, nuestra unidad, sino que necesitamos esta esfera de frambuesa y a nosotros mismos con el fin de servirles a todas las personas. Es decir, nosotros no usamos la comunidad externa con el fin de retener la esfera de frambuesa, sino que nos aferramos a la esfera de frambuesa y a nosotros mismos con el fin de servirle a la gente.

Estas observaciones son muy importantes. Las palabras parecen simples, comprensibles, y muy cercanos, pero en realidad, esto no es tan simple. Así es como empezamos a ver gradualmente la integralidad, la interfaz global, las conexiones, la unidad, la Arvut (garantía mutua) que habita en toda la naturaleza.

Descubrimos que todos los niveles del mundo físico: la naturaleza del inanimado, vegetativo, y animado, que no tomábamos en cuenta antes, están de hecho incluidos en un todo indivisible. Todo el universo, toda la realidad percibida, todo nuestro mundo interno, y nuestro contacto con el Creador están conectados en un solo sistema. Así es como alcanzamos una comprensión del mundo integral.

En esta cuarta etapa del camino, estamos empezando a aclarar y a determinar cuánto necesitamos del público en general, que sin él no podemos satisfacer el Creador, y cómo es que el Creador no nos quiere a nosotros, sino específicamente al círculo exterior del público en general, a toda la humanidad. Esta es la forma en que alcanzamos nuestra función y nuestra misión. Nosotros debemos desaparecer; este es el rol del «reino de sacerdotes»; no existimos por nosotros mismos, sino que le servimos al público en general, a toda la humanidad, y al Creador. Y en esto vemos nuestro exaltado rol. No tenemos parte en esto o en aquello; más bien sólo conectamos entre ellos como un ducto. Y esto es bueno, porque con esto podemos ser verdaderamente más cercanos a la naturaleza del Creador.

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De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 1/7/14, Lección sobre el tema: «Preparación para la Convención»

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