El bastón en la mano de Moisés

284.03Moisés es la fuerza que quiere sacar los deseos del hombre. Decidí volverme bueno, anhelar la espiritualidad y el otorgamiento, conectarme con mis amigos, amar a todos y elevarme por encima de la suciedad de este mundo. ¡Decidí! Pero al momento siguiente me olvido de mis buenas intenciones y todo sigue como antes. Esto le pasa a todo el mundo ¿qué debo hacer?

Convences a tu cuerpo de que se levante y estudie, que fortalezca la conexión con sus amigos y trabajen juntos en su conexión. Intentas persuadir a tu corazón, pero no quiere escuchar. No le impresionan tus palabras, no cree que deba hacerlo.

El Creador le ordenó a Moisés que arroje el bastón al suelo y  el bastón se convirtió en serpiente, Moisés se asustó y huyó. Sólo hay dos estados: egoísmo y santidad, no hay término medio. El mismo bastón se convierte en serpiente si la arrojas al suelo.

Si no valoras la espiritualidad más que este mundo, tu bastón se convierte en serpiente y por supuesto, huirás del camino espiritual. Por eso, incluso si no ves el valor de la espiritualidad, debes aumentarlo, agarrar la serpiente por la cola, levantarla y se convertirá en bastón.

Si es bastón o serpiente, sólo lo determina el hombre mismo. Es decir, yo decido a donde ir, ya sea hacia la espiritualidad, la conexión y el otorgamiento o hacia la corporeidad, la separación, aislarme de mis amigos y del otorgamiento, a esto se le llama bastón o serpiente. Todo depende de qué valoro más y qué valoro menos, es decir, necesito trabajar en mi escala de prioridades.

Este trabajo se hace principalmente en la decena, cuando me impresiona lo mucho que mis amigos valoran la espiritualidad. Todos estamos obligados a mostrar a los amigos que para mí la espiritualidad es mucho más importante que la corporalidad, por eso: «Todos ayudaron a su amigo». Es lo más importante.

La serpiente representa todas las intenciones por mi bien y debo agarrarlas por la cabeza para poder estar encima de ellas.

El Creador le enseña a Moisés, le da el bastón para que avance y avance. Es decir, que lo corporal siempre sea de menor importancia que la espiritualidad y así se allanará el camino. Pero si no mantienes alta la importancia de la espiritualidad, arrojas el bastón al suelo y decides que la espiritualidad no es primordial, que el cielo no es más importante que la tierra y de inmediato, el bastón se convierte en serpiente. Así, el Creador muestra que se debe preservar la elevación espiritual.
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De la lección diaria de Cabalá 25/mar/21, «Pésaj

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