Creo que los días de unificación durante Pésaj fueron realmente buenos para nosotros. Esencialmente, hemos revelado un momento muy importante en el desarrollo espiritual del hombre, que marca el comienzo de su nacimiento espiritual, el comienzo de la salida del exilio espiritual: Cada uno de nosotros ha descubierto por dentro el «lugar» de la unidad del grupo, de los amigos.
Esta sensación del lugar espiritual único necesitamos expandirla. Esta es la nueva realidad. Cuando la persona no abandona la preocupación por este «lugar», avanza rápidamente hacia su realización. Al final, este se convertirá en el lugar de la revelación del Creador y seguirá desarrollándose hasta un punto de la adhesión completa de la criatura con el Creador: el mundo del Infinito.
(41531 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/24/2011, «Revelando una porción, ocultando dos»)
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