El coronavirus enseña garantía mutua

¡Ve lo que el Creador está haciendo! Pensamos que el hombre podría obtener una nueva mente y nuevas sensaciones, sólo con golpes no convencionales como guerra, desastres naturales, explosiones volcánicas, huracanes y tsunamis. Pero, no es necesario. Sin ruido, sin ser detectado, cierto virus aparece y hace el trabajo. 

Es misericordia de parte del Creador para restaurar el orden con ese método. El virus ya nos forzó a cerrar todos los negocios artificialmente inventados, sin ningún beneficio y que sólo contaminan el globo. Puedes ver que dejamos de hacer cosas estúpidas e innecesarias. Todos los sistemas que fueron construidos con el fin de alardear entre nosotros, están colapsando, nada permanece. 

Con la revelación de la más ligera influencia del Creador, en de 4 a 5 meses estamos en un nuevo mundo. Aún somos obstinados, no estamos de acuerdo con este mundo y no estamos dispuestos a reconocerlo. Pero debemos entender que estamos entrando en una nueva realidad. La antigua vida no regresará; tendrás que vivir una nueva vida, y las restricciones sólo crecerán. 

El mundo es gobernado por una fuerza superior, “Sólo eso existe”. Pero no quiere decir que debemos inclinar la cabeza y aceptar esa vida, sin otra opción. Necesitamos adquirir la mente y las sensaciones del Creador y vivir en el nivel de Sus decisiones y acciones con el fin de aceptar lo que sucede: los lugares innecesarios de trabajo están cerrando y nuestra vida están cambiando y tenemos que cuidarnos más mutuamente. 

Pues, si infecto a alguien con un virus hoy, mañana él puede infectar a mis hijos. Entendemos que estamos más y más conectados y dependemos de los demás. El coronavirus nos muestra nuestra interdependencia. Por eso, protestar y hacer lo que quieres no funcionará, como los que asisten a manifestaciones y se niegan a usar cubrebocas. No hay salida, debo educarme a mí mismo para volverme responsable por otros y ellos responsables por mí, mi familia, mis hijos y la humanidad en general. 

El coronavirus, poco a poco, desde la distancia, nos enseña garantía mutua. Ya empezamos a ver un mundo enlazado, conectado, donde cada uno, lo quiera o no, afecta a todos y todos lo afectan él. Y todo sucedió gracias a un diminuto virus. 

¡Qué misericordia de parte del Creador! Vemos en este virus el trabajo de la fuerza superior, que es lo único que existe ¿qué puede hacerse en su contra, dónde encontrar una cura para un virus así? ¡Pero no necesitamos una cura para el virus! Necesitamos encontrar una cura para nuestro egoísmo y así no sentiremos ningún virus. 

No existe otro mal en el mundo excepto nuestro ego. Si nos protegiéramos mutuamente de transmitir la maldad a otros, el virus desaparecería. El Creador quiere que adquiramos la intención de otorgar o al menos, no dañar a nuestro prójimo. Estamos aprendiendo esta ley de forma material, pero pronto entenderemos dónde existe en nosotros en forma espiritual y avanzaremos hacia el Creador, hacia el entendimiento de Él, hacia el hecho de que “no existe nada más que Él”. Lo veremos en todo.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 1/ago/20, “No existe nada más que Él”

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