El entorno de hoy es mi yo del mañana

Pregunta: Si soy totalmente dependiente del entorno, ¿cómo puedo influir en él?

Respuesta: Si te fijas bien, verás que en realidad todo lo que serás en el futuro está totalmente determinado por el entorno. Esto significa que tú eres como arcilla en las manos de un artesano, que es el entorno, puesto que la Luz superior viene en una forma abstracta. El entorno te estabiliza y entonces la Luz superior pasa a través de ti y te influye, y entonces puedes imaginar de alguna manera que el entorno cómo es el entorno, a qué se parece. Ya que este es tu futuro, quieres buscar esta forma futura sobre el entorno y así relacionarte con él. Entonces, de repente empiezas a descubrir que tus atributos futuros y los atributos del mundo entero están en él, puesto que lo individual y lo general son iguales, e incluso si tú profundizas en la persona individual, podrás ver al mundo entero en ella, todo el camino hasta el final de la corrección.

Así que cuando miras el entorno de esta manera, tú quieres depender de él, y entonces comienzas a descubrir que en todos los amigos existen los estados futuros correctos, aunque ellos no los identifiquen todavía. Así, el gran cabalista, Rabí Yossi Ben Kisma aprendió de sus nuevos estudiantes, como está escrito: «Yo he aprendido de todos mis estudiantes».

Esta es la forma en que debes relacionarte con el entorno, ya que es la misma envoltura que te afecta. Cuanto más corregido te lo imagines, más te impresiona. Éste no tiene forma propia, todo depende de cómo lo veas.

Tú puedes preguntar, porque dice entonces: «Bendito el que no anduvo en los pasos de los malos, ni permaneció en el camino de los pecadores ni se sentó en compañía de escarnecedores» (Salmos 1) Es bueno que la persona no se siente entre los malvados y especialmente bueno que la persona se siente entre los justos.

Por supuesto que nos referimos a los malvados y a los justos en el entorno correcto y bueno que avanza hacia la espiritualidad. Pero el punto es que la persona misma moldea su entorno. Según la forma en la que lo trata hoy, ella determina si se trata de un «entorno de malvados» o un «entorno de justos». Y en consecuencia ella determina cómo este entorno la afectará.

Esto se debe a que nosotros no sabemos quién es malvado y quién es justo. Al principio las personas anhelan la espiritualidad, esto es lo que yo revelo por medio de mis sentidos corporales (vista, oído, gusto, olfato y tacto). Veo en mi mente y corazón que todos anhelan más o menos la espiritualidad. La forma en la que yo los perciba a ellos de ahora en adelante, depende de mí. Las diferentes cualidades que les atribuya a ellos y lo sublime y respetable que sean, es la forma en la que ellos me impresionarán.

Yo construyo mi entorno, la envoltura que me afecta. Entonces, esta determina no sólo la forma en que me afecta sino que además determina la forma del Creador. Esto se debe a que el Creador no tiene forma. La relación entre el entorno y yo estabiliza la imagen del Creador para mí, y dado que Él no tiene ninguna imagen, yo simplemente me la imagino así.

Posteriormente este entorno se convierte en una vasija externa para mí en la cual existe la Luz Circundante, y este proceso continúa hasta el final de la corrección, hasta que esta vasija se una conmigo y se convierta en mi vasija, para todo mi «yo» que está lleno de Luz Interna.

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