Pregunta: Al hacer un análisis final, me pregunto: ¿Quién tiene la culpa de mis caídas: el Creador o Yo? ¿Son éstas consecuencia de mi esfuerzo o de la falta de él?
Respuesta: Se dice acerca del Creador, «Yo soy el Principio y el Fin.» «Yo soy el Principio» significa que ningún estado inicial depende de la persona. Por lo general, no tiene nada que ver con lo que se llevó a cabo con anterioridad.
No estoy hablando de personas normales, en las que los «genes» (Reshimot, órdenes de Arriba) se van esparciendo mecánicamente y de forma secuencial. En dichas personas, preguntas como: ¿cuál es el sentido de la vida? o ¿cómo alcanzar el libre albedrío? no se presentan.
Más bien, me refiero a una persona que ya ha recibido el vacío, el cual ha de ser llenado, y que sintió dicho vacío tras preguntarse: ¿cuál es el sentido de mi vida? Tal persona puede llenarse entrando en el grupo (el sistema colectivo de almas) y analizando sus ascensos y descensos; desde este estado podrá iniciar su viaje espiritual.
Todo se evalúa en relación a la libertad de elección, no respecto al estado en sí. Mi condición personal no importa; da igual si es buena o mala. Lo que importa es cómo la estoy utilizando en este preciso momento. En otras palabras, sólo el «derivado» se evalúa.
Ni cambio el mundo ni lo corrijo; sólo corrijo mi participación en él.
(De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 31 de agosto 2010 sobre El Zohar)
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