El hombre que vino para llevarnos hacia arriba

Toda la sabiduría de la Cabalá viene a nosotros del Libro del Zohar y de las obras del Arí. Si no fuera por Baal HaSulam, no seríamos capaces de estudiar. El Libro del Zohar está lleno de alegorías e historias comprensibles sólo para la persona que está en el mismo grado espiritual y es capaz de descifrar estas pistas.

En cuanto al Arí, él nunca escribió nada, sólo habló. Todas sus obras están escritas por un discípulo del Arí, Jaim Vital y toda la colección de varios volúmenes de ensayos se basan en lo que el Arí dijo por más de un año y medio. Su grupo sólo existió durante un corto tiempo, él les enseñó y luego falleció.

En varias formas, este material llegó hasta varias personas que compilaron libros con él. Una parte de los registros se mantienen en algún lugar secreto, y la otra fue enterrada en la tumba de Jaim Vital y recuperada más tarde, cuando la tumba fue abierta. La tercera parte fue entregada de generación en generación y paso por muchas personas, y quién sabe qué han hecho con él.

El Arí habló de todo el sistema en general, y si una persona no tiene las obras completas y no puede entender bien el material, no podrá compilarlo correctamente. Es por eso que, a pesar de que estos registros fueron recogidos por los cabalistas, mucho se perdieron, y la secuencia exacta no pudo mantenerse.

Por lo tanto, Baal HaSulam añadió sus comentarios a las obras del Arí, para que podamos seguir una progresión natural desde lo simple hasta lo más complejo y, al estudiarlo de la forma correcta, comprendemos los escritos del Arí. No seríamos capaces de comprender nada sin ellos. En Cabalá, esto es muy peligroso porque si no entiendes lo que se está describiendo, fantaseas sobre cualquier cosa.

Por lo tanto, tenemos que apreciar el gran trabajo que ha realizado Baal HaSulam: No hubiéramos adquirido nada sin él. A veces la gente me pregunta: «Si hay tantos cabalistas, ¿por qué no se estudian sus obras?» Pero no tenemos a nadie más de quién aprender, porque todos ellos escribieron desde sus altos grados, por ejemplo, cabalistas tales como el Gaón de Vilna o Ramjal. No podemos basar nuestros estudios sobre sus obras, porque los cabalistas no las interpretaron para gente común como nosotros, para que pudiéramos comprenderlas, utilizarlas, y hacerlas realidad en nosotros mismos.

(44159 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/27/2011, «Introducción general al libro, Panim Meirot uMasbirot»)

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