El largo camino hacia el templo

Dr. Michael LaitmanDe la barbarie al mundo civilizado (ilustrado)

Durante sus miles de años de exilio, el pueblo de Israel sufrió de la destrucción del Primer y Segundo Templo, llegaron al estado de completa fragmentación, y perdieron incluso la más ligera memoria acerca del sistema común que los unió.

Comenzando con Adam, el primer hombre, el pueblo judío se dio cuenta de cómo funcionaba este sistema. En el tiempo de Abraham, estudiaron persistentemente la estructura de la unidad, y en el tiempo de Moisés, ellos incluso se arreglaron para implementarla entre sí.

Este estado de las cosas perduró hasta la destrucción del Segundo Templo, hasta el tiempo de Rabí Akiva, en el cual todo colapsó. La caída tuvo un gran impacto en el avance de toda la humanidad.

Por una parte, los judíos se dispersaron por todo el mundo. Este proceso les permitió contribuir con su forma de desarrollo en otros países, afectando el desarrollo de la religión, el pensamiento, las creencias, la filosofía, la ciencia y la medicina.

El conocimiento fue transferido a través de los antiguo griegos y romanos, a través de filósofos a lo largo de toda  la historia. Los judíos fundaron un sistema de comercio e industria en Europa y construyeron la base para para la fabricación y comercio modernos.

El sistema que crearon era integral y, a pesar de que los judíos fueron dispersados por el mundo, hablaban un idioma y se entendían bien entre sí. Entonces, ellos fueron capaces de construir conexiones con los demás. Esos eventos tuvieron lugar hace cerca de 1500 años, y fue posible sólo debido al estado especial que el pueblo judío había alcanzado.

Un judío podía viajar de Italia a Holanda y hablar con judíos locales sin ningún problema, ir a una sinagoga y hacer tratos comerciales. Y viceversa, los judíos de Holanda viajaban a Italia u otros países y hacían lo mismo. En el mundo fragmentado donde los países estaban aislados, los judíos sirvieron como un enlace de conexión.

Los judíos estaban unidos por una cultura, educación, lenguaje común y Kashrut (leyes de alimentación religiosas). Cuando un judío llegaba a otro país, podía comer sólo en casas judías locales, nunca en alguna otra parte. La tradición además promovía conexiones entre judíos, dado que los viajeros atendían las sinagogas locales. Este tipo de conducta estimuló el crecimiento de la industria y el comercio en el mundo.

Así es como los judíos contribuyeron al avance general en el mundo, ya que fueron exiliados para llevar tecnologías, ciencia, industria, comercio y religiones a otras naciones.

Originalmente, todas las religiones sirvieron al propósito de mover a la humanidad hacia adelante, y gracias a las religiones, el paganismo dejó de existir. Las personas dejaron de adorar árboles y piedras y dejaron de asociar objetos materiales con poderes supernaturales. Se volvieron más espirituales.

Así, una buena base fue creada para el desarrollo de las artes, la pintura, la música, etc. Las artes estimularon el avance interno, espiritual y llegaron hasta las personas comunes a través de sus religiones. Las naciones del mundo no tienen idea de que su éxito en las artes y las ciencias fue posible por los judíos que recibieron este conocimiento sólo a causa de que en algún punto alcanzaron la fuerza espiritual superior oculta en la naturaleza.
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