Recibí una pregunta: ¿Qué es el «mal de ojo»?
Mi respuesta: Cuando miro a los demás, mi egoísmo evoca sentimientos de envidia, odio y un deseo de poder. No les deseo nada bueno a los demás o al menos no quiero que estén mejor que yo. Si les deseo que les vaya bien y que triunfen es tan sólo para hacerles ver que yo soy todavía más exitoso.
Puesto que todos estamos interconectados este «mal de ojo», o este deseo, influye en los demás. Nuestra vida es la prueba de esto. Esto es lo que mi maestro Rabash explicaba. Nuestros deseos trabajan para nosotros o en contra de nosotros, puesto que estamos conectados en un sistema único. Nuestros deseos «se pasean» dentro de este sistema y no podemos evitar nuestra influencia hacia los demás y su influencia en nosotros. Nuestros pensamientos sobre cada uno de nosotros y sobre el mundo en conjunto su han producido nuestro mundo mutilado y nuestra sociedad enferma. Nosotros somos la causa de todo nuestro sufrimiento.
Material Relacionado:
La mente es el sirviente de los deseos