Pregunta: Se dice que hay una paradoja del poder: Mientras más pronto lo obtenemos, más pronto perdemos ciertas capacidades. Digamos que la empatía se convierte en insensibilidad, que las personas honestas, se vuelven ladronas y que los profesionales, se vuelven incompetentes. Aún estando en el poder por sólo cuatro o cinco años, ya es una pérdida. Por ejemplo, en la antigua Grecia y Roma, cambiaban cada año a los dirigentes, ¿cómo se manejaba en el antiguo Israel? ¿había alguna restricción en la gente que tenía poder?
Respuesta: En el antiguo Israel, había cambio constantes. Nadie podía permanecer en el poder si no probaba a los demás que utilizaba el poder correctamente y que era moral y mentalmente superior a ellos. Por eso, su trabajo era demostrar todo el tiempo que sus capacidades eran superiores.
Por ejemplo, el rey tenía que enseñar, ser un juez, emitir decretos y justificarlos ante la asamblea. La asamblea estaba formada por 120 hombres sabios, que no sólo obedecían, objetaban y votaban libremente “a favor” o “en contra”. Todo muy complicado.
Además, se limitaba el poder, en tiempo y en distintas áreas.
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