El mundo entero saldrá del exilio

Ya es claro que estamos en estado de exilio; es llamado Pesaj porque necesitamos pasar para entrar en el mundo espiritual y salir del estado donde no sentimos al Creador, esto es el exilio. Previamente, no sentíamos que estábamos en exilio en absoluto ni que carecíamos de espiritualidad, otorgamiento, y amor. Sólo queríamos más de los beneficios corporales usuales en la vida. 

Pero, cuando entramos al exilio, se desarrolla en nosotros la necesidad de lograr conexión y la cualidad de otorgamiento. Comenzamos a reconocer nuestro ego; intentamos revelar las cualidades que evitan que salgamos de Egipto y para deshacernos de ellas y su lugar buscar las cualidades espirituales: la tierra de Israel, la intención de otorgar. 

Este es el momento en que el hombre descubre su deseo egoísta y decide que es malo, porque no le permite elevarse de este mundo para acercarse al Creador, a la fuerza de otorgamiento y amor. Y entiende que esta vida carece de la sensación del Creador. 

Esos estados son revelados de forma gradual, dependiendo del entendimiento. Algunas veces se asocia con la recepción, después con el otorgamiento, algunas veces busca unirse con otros, después se aleja de ellos. Necesitamos pasar por esto y sentirlo para dar importancia a nuestras relaciones: el grado en que nos sentimos cerca unos a otros, es decir, dispuestos a salir de Egipto o separados, es decir, en exilio y lejos de la redención. O tal vez ni siquiera estamos en exilio, porque no sufrimos a causa de la separación . 

Vemos los estados por los que está pasando la humanidad: guerras, odio, consolidación y confrontación, entre unidad y rechazo. Así vivimos, entre odio y amor. Y debemos elegir a dónde queremos ir. Se dice que cada día, debes verte a ti misma saliendo de Egipto, es decir, debes revisar tu actitud para salir del ego, revisar si estás en Egipto o cerca a la  redención. 

Es imposible salir de Egipto antes de conectarnos o al menos entender que depende de nuestra conexión interna y que todos tenemos una meta por la cual vivir. Si logramos llegar a la conexión en nuestro grupo cabalista, se propagará a toda la humanidad. 

Necesitamos sentir nuestra distancia, pero queremos acercarnos más y más con el fin de sentirnos en deseo, intención y anhelo comunes, de pie ante un Creador que nos une. Si queremos conectarnos con el Creador, debemos conectarnos primero entre nosotros. Depende de nuestra conexión que podemos conectarnos a nuestra raíz única, unificada. 

Mientras no terminemos nuestro trabajo, no podremos salir del exilio. Todos necesitamos conectarnos lo más pronto posible, entre nosotros y con el Creador. Cada uno debe ayudar a los demás, porque todos dependemos unos de otros. Al grado de nuestro acercamiento interno, nos acercamos a la redención. La diferencia entre la palabra “redención (Geulá)” y “exilio (Galut)” es sólo una letra adicional “Alef, que simboliza el nombre del Creador (el primero en el mundo). 

Si añadimos sólo una condición al exilio, la presencia del Creador dentro de nuestra conexión, que ilumina y llena todos los vacíos y lazos amputados entre nosotros, los revelaremos a Él y alcanzaremos el mundo superior- la espiritualidad. Es el  llamado éxodo del exilio, de la falta de sensación del Creador hacia Su revelación, de nuestra separación hacia la conexión. 

Nuestra conexión es el Kli y el placer que se revela, es el Creador, la luz. 

 

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