El Nombre del Creador significa “Ven y ve” (Avanzado)

musicEl Creador es el atributo de otorgamiento que se revela en el deseo corregido de una persona, en su intención de otorgar. Por lo tanto, nuestra única tarea es desarrollar esta intención de otorgar conectándonos entre nosotros. Entonces, revelaremos al Creador, el atributo de otorgamiento y amor que se encuentra dentro de esta conexión.

En hebreo, al Creador se le llama Boreh, que se compone de las palabras Bo y Reh: «ven» y «ve». ¿Qué significa eso? «Ven», quiere decir cambiar el deseo de recepción por el de otorgamiento. En ese momento, el deseo de otorgar que se alcanza (o el deseo de otorgar para otorgar, Galgalta Einaim) y amor (recibir para otorgar, AHP) se convierte en alcance y revelación del Creador.

Dicho de otra forma, el Creador es la fuerza que nos conecta unos a otros. Por consiguiente, la conexión entre nosotros es lo que nos revela al Creador.  Si nos conectamos a través del amor mutuo, entonces sentiremos la fuerza de otorgamiento en nuestro interior. Esta es la fuerza del Creador que se revela entre nosotros.

El Creador es la fuerza que nos conecta uno con el otro. La Luz Superior nos ha dotado con el poder de otorgar unos a otros y al otorgar entre nosotros y conocer esta Fuerza Superior, alcanzamos al Creador. ¿Cómo ocurre esto?

Al otorgar uno al otro, alcanzamos el atributo de otorgamiento y de esta forma alcanzamos la fuente de la fuerza de otorgamiento, porque contiene su origen más elevado, Keter. Así es como el Creador se revela en nuestro interior, o en nuestro deseo. Él Se revela en la parte superior del Kli, que es la razón por la cual a la revelación se le llama «una revelación desde arriba». La revelación ocurre en Keter, con respecto a la parte inferior del Kli que es Maljut.

Por esta razón los cabalistas lo llamaron a Él, «Bo-reh», «Ven y ve». Cuando se asciende de abajo hacia arriba por medio de la Luz Reflejada, se asciende a partir de nuestra naturaleza, «el deseo de recibir», a la naturaleza del Creador, «el otorgamiento». Entonces, se alcanzan las diez Sefirot completas de la Luz Directa. Se alcanza la actitud del Creador hacia él así como al Creador Mismo, la raíz de todo.

Así es que resulta que aparte de nuestra alma (que consiste de 10 Sefirot) no hay nada más que revelar. Eso es todo lo que fue creado, y sentimos al Creador dentro de esta creación.

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