El placer bajo un lente de aumento

HowCanWeStopBeingSlavestotheAdvertisementIndustry_thumbNuestra meta es discernir lo que somos, lo que es nuestra realidad, lo que es el Creador y los atributos necesarios para alcanzarlo. Para ayudarnos a lograrlo, se nos revelan en la vida una multitud de diversas oportunidades, pero entre más tratemos de abarcarlo todo a la vez, mayor será nuestro sufrimiento. Si, por otro lado, los discernimos, los condensamos, enfocándolos en una sola aspiración, entonces sentiremos placer.

Disfrutamos sólo cuando reducimos el campo de investigación y después de muchos discernimientos, nos concentramos en un único punto. Cuando estamos tratando con todos los otros placeres y oportunidades, tenemos que discernirlos, uno tras otro, y así construir un instrumento especial como un enorme lente de vidrio capaz de concentrar toda la luz que llega en un solo rayo. Entre mayor sea el lente, mayor su capacidad de concentrar la luz, y más luz puede absorber. Al final, puede llegar a comprimir la luz en un punto muy reducido cuya concentración y poder es tan potente que cualquier cosa es posible dentro del punto de Luz y deseo.

Esto es obvio en el campo de la óptica, al examinar la forma en que funciona el rayo láser. Lo mismo podemos hacer con nuestro interior al enfocar una multitud de deseos distintos dentro de nosotros. Esa es la forma precisa para lograr una mayor fuerza espiritual. Todo se construye con lo que tenemos dentro de nosotros. Entre más crece nuestro deseo egoísta, más tratamos de abarcar a la vez; queremos lo que existe en el mundo. Si fuera posible, recibiríamos todo: dinero, poder, conocimiento y lo que sigue.

¿Pero, por qué tenemos ante nosotros tantos placeres diferentes? Porque así es como se manifiesta la plenitud en nuestro deseo. Todo el descenso de los mundos desde el Mundo del Infinito hasta nuestro mundo consiste en la multiplicación del número de distintas Luces, deseos y placeres. Es una división gradual de la Luz Directa del Mundo del Infinito en muchas Luces.

Este distanciamiento del Infinito y la perfección viene a ser igual a la multiplicación de cualidades que salen de un punto y que imaginamos. Si aprendemos a unir todas estas cualidades múltiples en un Uno, Único e Indivisible, entonces alcanzaremos la corrección y la unidad. Esa es la única manera en que eliminaremos el sufrimiento: eligiendo la fuerza única de otorgamiento, prefiriéndola sobre todos los placeres egoístas. Así es como ascenderemos.

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