El propósito de la educación

El propósito de la educación es explicar que el “amor al prójimo” es una ley común de la naturaleza. Sólo esto forma a un niño para convertirse en un ser humano. Esta ley debe reflejarse en cada materia que se les enseña; todas deben integrar la noción de la naturaleza unificada y su gobierno (“No hay nadie más aparte de él”) y la absoluta interconexión de todas las partes de la creación (“ama a tu prójimo como a ti mismo”).

Entonces el curso entero del estudio se basará y estará conducido por la única ley, se moverá en una dirección y esto es exactamente lo que el niño captará. Si está escrito que la ley de “amar al prójimo” es la “principal regla de la Torá” (es decir, la ley común del universo), entonces debemos educar a los niños basándonos en esta ley y mostrar que todo lo que sucede en el mundo es definido por esta condición.

Los niños comprenderán esta ley singular, y les quedaran claros tanto el gobierno superior como su comportamiento adecuado. Si les mostramos que los mejores y los más terribles acontecimientos en el mundo suceden únicamente para revelarnos el lugar en donde necesitamos cumplir con esta ley, los niños empezarán a tener una actitud distinta y plena de significado hacia la realidad.

Aquellos que quieren corregirse y por medio de ellos corregir el mundo, se llaman seres humanos. Así es como educamos a estos seres humanos desde su condición animal. 

(22190 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 27 de septiembre 2010, El amor por el Creador y el amor por los seres creados.)

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