El punto más bajo

Dr. Michael LaitmanPregunta: Usted dice que la «espiritualidad» es cuando el otro es más importante para mí que yo mismo. ¿Cómo puede desear esto la persona? ¿No hay nada además de eso?

Respuesta: Sí. De hecho esta es la espiritualidad. Es más, se les ha dado todo lo que quieren, excepto el otorgamiento a los demás, y ustedes eligen sólo eso constantemente.

Todo el punto aquí es la aclaración de las vasijas, deseos. Nadie nos está pidiendo que hagamos algo que esté por encima de nuestra naturaleza. Nosotros simplemente estamos cambiando, y entonces descubrimos que el atributo de otorgamiento es importante para nosotros, ya no en el sentido egoísta, sino en sí mismo.

Ustedes no están tomando en cuenta las acciones de la Luz que Reforma, pero mientras tanto ésta influye en la persona y así la persona cambia. Es más, ella cambia de tal manera que no tiene la misma mente y sensaciones que tenía antes, todo cambia y vuelve nuevo.

Así que tenemos que permitir que la Luz trabaje. Que ésta haga su trabajo; ábrete tú mismo a la acción de la Luz; ella está afuera, rodeándonos, así que deja que te toque, deja que toque tus deseos, los cuales ahora cubres a partir de la Luz. En el momento en que ésta empiece a operar, verás cómo cambia todo.

Esto se debe a que nosotros estamos en un mundo que está en el nivel más bajo, restringido «específico»; estamos limitados en tiempo, movimiento y espacio. Es simplemente horrible, pero no entendemos lo que está sucediendo. Grandes distancias nos separan y están entre nuestra comprensión, nuestra sensación y nuestro alcance. Estas fueron creadas como resultado de nuestros deseos, ya que cada uno se centra en su beneficio propio.

Por otra parte, los deseos que están en otorgamiento están incorporados unos en los otros. Si todos queremos otorgarnos bondad sólo unos a otros, estamos incorporados en un punto, donde no hay distancias entre nosotros, donde anulamos este mundo. Imaginen un mundo sin distancias, sin tiempo, mientras la Luz trabaja por todos los lados. Según Einstein, si se mueven a la velocidad de la luz, ya no ven lo que está ante ustedes, es como si la luz viniera de todos lados, y desaparecen los conceptos de tiempo y movimiento…

Hoy simplemente no entendemos que estamos viviendo en una pequeña dimensión sinsentido; vivimos y morimos sin saber dónde está nuestra mente y sensaciones, estamos sumidos en el fondo, en bajeza. Así que dejen que la Luz influencia un poco sobre ustedes. Ni siquiera pueden imaginar sus atributos. No se trata sólo del «otorgamiento», es una dimensión diferente en la que la importancia de los demás no es una fuente de confusión y vergüenza. Esperen que la Luz los salve.

(103097)
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/18/13, «Introducción al Libro del Zóhar»

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