El trabajo en la escritura de las letras del trabajo

Dr. Michael LaitmanTodos los mundos, Partzufim y Sefirot se revelan en la conexión entre nosotros. Todo esto comienza a partir de un nivel de un embrión en el cual la persona los trata a todos como si ella misma no existiera. Es como la restricción, como auto anulación. El ego está restringido como si no existiera y por lo tanto la persona se incorpora en su entorno como un embrión en su madre.

Esto no sucede de una sola vez, dado que por primera vez la persona tiene que atravesar los tres días de la absorción del semen. La auto anulación no es suficiente aquí, puesto que es sólo una forma de no molestar al superior. Sin embargo, a fin de ser incorporado en Él, y de convertirme en un embrión que se adhiere a la pared del útero, yo tengo que pasar a través de los tres días de la absorción del semen. A pesar de que yo mismo me limito, tengo que tomar las tres formas del ascenso, la línea derecha, la línea izquierda, y la línea media. Yo me anulo ante ellos también y acepto el dominio del superior.

El superior es el grupo para mí. Nosotros no buscamos al superior en alguna parte arriba en el Cielo, sino sólo en nuestro entorno. El entorno puede tratarme bien o mal, pero eso no importa. Yo mismo estoy dispuesto a anularme ante él con respecto a todo lo que sucede, mientras me adhiera al grupo en fe por encima de la razón, y entienda que este es mi nivel superior. El Creador se vuelve hacia mí a través de los amigos.

Así pasan los tres días de absorción del semen y si yo estoy listo para anularme ante el grupo, entonces continúo desarrollándome. Esto también requiere de auto anulación. El embrión se anula a sí mismo constantemente, pero con ello, yo comienzo a sentir la influencia del grupo. Los amigos pueden no sentir lo que ellos me dan, como el ejemplo del Rabí Yossi Ben Kisma y sus estudiantes, pero yo recibo verdaderos discernimientos espirituales a través del mundo entero, a través de todo lo que me rodea.

Después de los primeros cuarenta días, llego al nivel de Bina. Este período se denomina los cuarenta días de la creación del embrión, puesto que desde ese momento en adelante comienzo a tomar la forma del futuro ser humano. Bina atrae para mí la primera forma del Creador. Por lo tanto, el período de desarrollo del embrión espiritual continúa con todos los llenados que él recibe. Lo principal es anularnos a nosotros mismos constantemente en este período. Cuanto más me anule por encima de mi ego, más llenado recibo. Mi llenado es mi lucha interna, la superación de mi ego, que se convierte en las letras del trabajo.

Mis letras del trabajo, es decir mi llenado, se añaden a la forma de HaVaYaH. Mi deseo comienza a doblarse a fin de aceptar la forma del futuro ser humano. Así comenzamos nuestro camino espiritual.

Creo que el ejemplo de la madre que les enseña a sus hijos a ser buenos, a jugar amablemente y a seguir el ejemplo de los mayores es un muy buen ejemplo. Si nosotros queremos convertirnos en aquel que se asemejan al Creador, tenemos que seguir su ejemplo. El Creador es bueno y benevolente, y yo también tengo que demostrar que soy bueno con la gente. Si realmente añoro eso, descubriré un mundo cada vez con mayor resistencia interna a eso por parte de mi naturaleza, y al superarla, empezaré a revelar al Creador.

Nosotros aprendemos sobre el Creador a partir de nuestra inclinación al mal y no recibimos ninguna forma hecha de antemano desde Arriba. ¡La forma, el llenado de las letras, en realidad son las letras! Nos construimos a nosotros mismos en el Creador por medio de nuestros deseos, por medio de nuestra auto anulación y auto sumisión, y al anhelar asemejarnos al Creador cada vez más por encima de nuestro ego, que quiere lo contrario.
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De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 2/13/14

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